Presidente de Ecuador denunció un presunto intento de amedrentamiento con ‘carro bomba’
El gobernante subrayó que su Gobierno ha cumplido con lo prometido en campaña, en referencia a sus ofertas para combatir la inseguridad, vinculada, especialmente a grupos relacionados con el narcotráfico.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, denunció este miércoles 11 de diciembre un presunto intento de amedrentamiento con un “coche bomba”, un vehículo con una decena de tacos de dinamita que desconocidos dejaron anoche en un sector cercano a donde el gobernante participaría hoy en un acto público en el sur del país.
En la sureña provincia costera de El Oro, fronteriza con Perú, Noboa recordó las acciones del Gobierno para controlar la inseguridad en la zona, a donde desplazó 2.400 soldados, más de 2.000 policías y 50 tanquetas para combatir a las bandas del crimen organizado en esa jurisdicción.
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“Hemos ordenado la casa, y no solo hemos ordenado la casa, sino que cuando hay un problema, nosotros venimos y damos la cara”, aseveró.
El gobernante subrayó que su Gobierno ha cumplido con lo prometido en campaña, en referencia a sus ofertas para combatir la inseguridad, vinculada, especialmente a grupos relacionados con el narcotráfico.
“Anoche querían amedrentarnos poniendo dizque un coche bomba con dinamita, no muy lejos de aquí. Me decían: ‘Presidente, pasó esto, ¿Usted va a ir mañana?. Claro que voy a ir, mañana voy a ir y, si se aparecen, se van a ganar un tiro también”, relató.
Agregó que en su Gobierno no están “para dar ni un paso atrás”.
“Vamos hacia adelante y con esa misma fuerza, con esas mismas ganas, es que seguiremos trabajando por el pueblo, seguiremos dándoles la seguridad que la gente necesita y seguiremos dándoles esa esperanza, esa esperanza que no se puede perder porque no podemos perder este país”, finalizó.
En sus redes sociales, la Policía Nacional informó este miércoles de que tuvo una alerta del Servicio Integrado de Seguridad (ECU 911) en Machala, capital de El Oro, sobre un vehículo abandonado con artefactos explosivos en su interior.
La Policía, con unidades especializadas, extrajo del vehículo “10 emulsiones explosivas, que fueron trasladadas a un lugar seguro donde se realizó una detonación controlada”.
“No se registraron personas afectadas ni daños materiales”, indicó la institución del orden antes de apuntar que las unidades de investigación continúan desplegadas para dar con los responsables de este hecho.
Repunte de violencia criminal
El Oro es una de las provincias que sufre en mayor medida el auge de la criminalidad, especialmente la ligada al narcotráfico, y es parte de los territorios que abarca el último estado de excepción, que recientemente prorrogó Noboa como parte del “conflicto armado interno” que declaró a inicios de 2024 para combatir a las bandas criminales.
El Oro ha sido escenario en las últimas semanas de varias masacres ligadas al crimen organizado. Una de ellas se produjo el 1 de diciembre, cuando diez personas fueron asesinadas en el municipio de El Guabo, cerca de Machala, la capital provincial.
De forma preliminar, la Policía indicó que se trataría de un ataque planificado contra víctimas seleccionadas. Varias de ellas tenían antecedentes judiciales por robo, asesinatos o delitos relacionados con drogas.
Cuatro días después, el director de la cárcel de El Oro y un funcionario de transporte “fueron víctimas de un atentado criminal” y resultaron heridos, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), la institución del Estado a cargo de las prisiones ecuatorianas.
En pie de “guerra” desde inicios de año
Ecuador se situó en 2023 como el primer país de Latinoamérica en homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 por cada 100.000 habitantes, una violencia que ha sido atribuida a la acción de grupos criminales, principalmente dedicados al narcotráfico, aunque también a la extracción ilegal de minerales y otros delitos como la extorsión y el secuestro.
Desde inicios de 2024, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas y emitió una serie de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles controladas por las estructuras criminales.
Si bien el Gobierno reporta una disminución del 17 % en el número de homicidios a nivel nacional, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos por parte de las bandas criminales se siguen sucediendo en el país.