Los experimentos más crueles de la historia
En las lista figuran Lauretta Bender; Herta Oberheuser y Josef Mengele de la Alemania Nazi, y el científico Shiro Ishii con los experimentos más atroces de la historia.
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En la historia de la humanidad se han resaltado los avances tecnológicos, médicos y científicos que han permitido construir el mundo que se conoce ahora y en el que los seres humanos han sobrevivido a pesar de las múltiples pandemias y guerras a las que han estado expuestos.
De esta manera, y con el paso del tiempo, los hombres y mujeres han adquirido la capacidad de generar conocimiento por lo que han llegado a lugares, momentos y artefactos que no estaban en la mente de generaciones pasadas.
Pero, las consecuencias del desarrollo intelectual no han sido pasivas ya que, en ocasiones, los experimentos dejaron la pérdida de vidas humanas que han sepultado la moral y la integridad humana bajo la avaricia científica, de acuerdo con El Tiempo.
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Estos son los experimentos más crueles de la historia:
Experimento de terapia de choque de Lauretta Bender
Lauretta Bender se conoce como una de las mayores exponentes de la neuropsiquiatría. Inventó el test Gestáltico Visomotor el cual se usaba para encontrar si los niños, niñas o adolescentes tenían retraso mental, problemas de aprendizaje o alguna lesión cerebral.
Pero, varias de sus investigaciones fueron cuestionadas por la crueldad que provocaba al intentar sustentar algunas de sus tesis.
Uno de los experimentos más criticados de la historia, y por el que nunca fue investigada, era el de ejercer choques eléctricos y suministrar alucinógenos a niños esquizofrénicos con el objetivo de fomentar su sociabilidad. Por esta razón, miles de niños quedaron con traumas que los llevaron al suicidio.
Experimentos de Herta Oberheuser
Herta Oberheuser fue una médica alemana Nazi condenada en los juicios de Nurinberg por las atrocidades que cometía contra los presos de los campos de concentración hacia 1942. En conjunto con el científico Alemán Karl Franz Gebhart, intentaron comprobar la efectividad de la sulfonamida, un medicamento que actualmente se usa para el tratamiento de infecciones bacterianas.
A mitad de la Segunda Guerra Mundial se estaba descubriendo este fármaco y se estudiaba su efecto para tratar las heridas de los militares en la línea del frente.
Por esa razón, Oberheuser elegía a la suerte a diferentes mujeres privadas de la libertad en los campos de concentración Nazi para hacerles heridas considerables y luego tratarlas con sulfonamida. Para esto usaba clavos oxidados, madera, astillas, vidrios y todo tipo de elemento que pudiera provocar una herida similar a las del frente de batalla, según lo relatado por El Tiempo.
Asimismo, a las mujeres las infectaron con enfermedades como la malaria descartar en qué tipo de ambiente era efectivo o no el medicamento.
Las consecuencias de este experimento fueron:
- Muerte inmediata.
- Dolores insoportables.
- Traumas para el resto de la vida de las mujeres que fueron sometidas a estos experimentos.
- Fusilamientos de personas moribundas.
Experimentos de Josef Mengele
El oficial nazi, Josef Mengele, fue uno de los médicos más respetados del tercer Reich o la Alemania Nazi. Mengele era conocido como el ‘ángel de la muerte’ debido a los crueles experimentos que hizo mientras perteneció al del ejército de Adolf Hitler.
Y es que su quirófano era el campo de concentración de Auschwitz el cual tenía más de 140 mil prisioneros. De la extensa lista de barbaries cometidas por el oficial Nazi varios ensayos médicos quedaron en la historia como los más recordados.
El ‘ángel de la muerte’ escogía varias madres lactantes y les impedía amamantar a sus hijos para poder determinar cuánto tiempo puede sobrevivir un recién nacido sin comida, indicó El Tiempo.
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Asimismo, tenía una fascinación por los siameses que lo llevó a escoger varios niños y coserlos para determinar la reacción del cuerpo después del procedimiento. Los infantes que se sometieron al tratamiento murieron a los pocos días a causa de las infecciones.
Igualmente, buscó experimentar con gemelos para probar sus teorías sobre la supremacía racial de los arios. Muchos murieron en el proceso.
Otros fueron forzados a temperaturas bajo cero y cámaras de baja presión para experimentos de aviación, y muchos fueron sometidos a procedimientos experimentales de esterilización.
El interés del nazismo por las armas biológicas llevó a Mengele a experimentar con diversidad de patógenos que inyectaba en prisioneros para determinar sus efectos. Este oficial nazi jamás fue juzgado por sus crímenes. Cuando finalizó la guerra huyó de Alemania para refugiarse en Brasil donde murió a los 67 años por un derrame cerebral.
Experimento de la cámara en la Guerra Fría
El Laboratorio de veneno de los servicios secretos soviéticos era una instalación de investigación y desarrollo de las agencias de policía secreta.
En este lugar se fabricó y probó venenos en prisioneros durante la era de la Guerra Fría con el objetivo de desarrollar un veneno mortal que no tuviera sabor ni olor.
Así, a los presos se les proporcionaban mezclas de gas mostaza, ricina, digitoxina y otras sustancias escondidas en las comidas, o incluso como medicación.
Además de la experimentación humana, también realizaron ejecuciones con venenos.
Experimentos del Escuadrón 731 – Japón
El Ejército Imperial Japonés creó el escuadrón 731 un año antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de prepararse para la guerra bacteriológica y química. El científico Shiro Ishii era quien dirigía este grupo.
Ishii tenía el propósito de desarrollar armas biológicas con el apoyo de la academia y otros científicos japoneses de aquella época, de acuerdo con El Tiempo.
De esta forma, durante la ocupación japonesa en China, prisioneros chinos y civiles asiáticos fueron usados en los experimentos del escuadrón 731.
Pues eran infectados con ántrax, peste y otros patógenos para conocer la reacción que tenían en los seres humanos.
Asimismo, fueron operados sin anestesia y cámaras de presión para saber cuánto podía aguantar un cuerpo humano antes de estallar.
Según cifras de medios especializados, se determinó que aproximadamente murieron al menos 40 mil personas a causa de las atrocidades cometidas por Shiro Ishii.
Experimento de radioactividad en mujeres embarazadas
829 mujeres embarazadas fueron engañadas para participar en este estudio que se realizó en la década de 1940 con graves consecuencias para tanto para los bebés como para las mamás.
Los investigadores les ofrecieron “bebidas vitamínicas” que supuestamente contenían trazas de hierro radiactivo (sí, pastillas radioactivas). Querían averiguar la rapidez con la que el radioisótopo atravesaría la placenta. Poco después del estudio, a muchas mujeres se les diagnosticó cáncer y siete bebés murieron de leucemia.