¿Después de dos puntos se pone mayúscula? Explicación sobre este común error de ortografía

La pregunta de si se debe utilizar mayúscula o minúscula después de los dos puntos en común al redactar textos o artículos, pues no se sabe cuál es el uso correcto, según las reglas de ortográficas.

De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), las mayúsculas después de los dos puntos se utilizan solamente en casos especiales:

• Cuando se introduce alguna cita textual.
• En el encabezado de cartas o documentos formales que se deban incluir en el texto.

En el resto de los casos la palabra que continúa debe iniciar en minúscula.

Por ejemplo, si los dos puntos son seguidos por alguna lista o explicación, la letra con la que inicia debería ser en minúscula.

Muchos expertos en gramática coinciden en que el error y la confusión del debido uso de los dos puntos representa una pausa fuerte, similar a la de un punto seguido, sin embargo, no implica necesariamente que la siguiente palabra deba iniciar en mayúscula, salvo los casos que se mencionaron.

La Real Academia Española (RAE) y otras fuentes como Féndeu, recomiendan seguir estas normas y parámetros para evitar errores que puedan afectar la fluidez, formalidad y precisión del texto.

Es importante aclarar que estas reglas aplican únicamente para la lengua española, ya que, en el uso de otros idiomas los dos puntos pueden variar, por ejemplo, en inglés, es muy común utilizar mayúscula después de los dos puntos si se inicia una oración completa, lo que contrasta con las pautas del español, este detalle es importante tenerlo presente al redactar textos bilingües o al comparar artículos de diferentes idiomas.

De esta forma, en la redacción de cartas o de correos electrónicos, también es normal y frecuente que siempre que se utilizan los dos puntos la palabra que sigue se inicia en mayúscula, en este caso, se debe al diseño y a la costumbre al escribir para estos medios.

¿En qué momento se usan los dos puntos?

La Real Academia Española explicó que la función de este signo se basa en delimitar unidades lingüísticas y enfocar el discurso en el argumento siguiente; este se usa pegado a la palabra antecedente y separado por la palabra siguiente.

Los usos de este son:

4. Enumeraciones: se emplea en numeraciones de carácter explicativo cuando lleva un elemento anticipador.

Ejemplo:

• Mi novio me compró tres libros el lunes: dos son de Mario Mendoza y uno de Cortázar.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que no se puede usar si la oración no incluye el elemento anticipador.

Ejemplo:

• En la reunión había ministros de: Argentina, Colombia y México.

5. Citas: este signo también se usa cuando se reproducen palabras textuales de personas o citas de documentos y libros, las cuales se escriben entre comillas.

Ejemplo:

• Te lo dedico tal y cómo lo dijo Pablo Neruda: “Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas”.

6. Títulos: en este caso es más común el uso de este signo, el cual se emplea para dar un concepto general sobre el tema central de una noticia, documento, informe, etc.

Ejemplo:

• Revolución francesa: las consecuencias del gremio laboral en el mundo.

7. No lingüísticos: esto se usa según lo establecido en la norma internacional para escribir las horas y minutos, además de expresiones matemáticas.

Ejemplos:

• Debemos estar en el centro comercial a la 1:30 de la tarde.
• La cifra que me dio en clase es 8:2=4.