Al Oído: Maduro llamó “cobarde” a Uribe mientras desconoce la voluntad de los venezolanos

Al Oído de la mentira, una tarjeta roja, un malentendido y el chiste de la semanaLa que repite el canciller Luis Gilberto Murillo, quien debe creer que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad al afirmar que Colombia no reconoce los resultados de las elecciones en Venezuela .Sin embargo, se mantienen las relaciones con el vecino país y se rechaza la posibilidad de una intervención militar .Para no reconocer unos resultados, lo ocultaron muy bien enviando al embajador Milton Rengifo a la posesión del dictador representando a Colombia. Además, estaba en primera fila para estirarle la mano a nombre de nuestro Gobierno al tirano Nicolás Maduro .Cuidado, canciller: no sea que le pase lo del pastorcito mentiroso.Se la sacamos a Daniel Quintero , exalcalde de Medellín, quien, en un afán por volver a sonar antes de la época electoral, expresó lo siguiente en su cuenta de X (antes Twitter):Aparte de irrespetuoso, el mensaje está repleto de ignorancia y es ofensivo . Olvida el señor Quintero desde su facilismo lo que han luchado los venezolanos, quienes han votado por un cambio y les roban las elecciones .No imagina el dolor y las pérdidas que ha dejado la tiranía. Los que están tergiversando al expresidente Álvaro Uribe , pues él nunca sugirió una guerra de hermanos entre Venezuela y Colombia.Lo que hizo fue un llamado a la comunidad internacional , a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para defender a Venezuela, a su democracia y al Estado de Derecho en el país hermano. No hay necesidad de tergiversar.Sin duda el del dictador Nicolás Maduro , quien llama “cobarde” al expresidente Uribe Vélez.Cobarde Maduro el usurpador , quien desconoció la voluntad del pueblo venezolano. Cobarde Maduro, quien encarcela a todo el que piense diferente. Cobarde aquel que lleva a su pueblo a la miseria.Es el chiste de la semana porque no puede ser que llame “cobarde” al expresidente Uribe mientras se posesionó dos horas antes de lo planeado, custodiado por personas armadas por el miedo que tiene de que la verdad del pueblo se haga escuchar de forma directa y fuerte.