Lo que cuentan los cuerpos recientemente hallados en La Escombrera

Los restos humanos encontrados hasta ahora en La Escombrera por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, y la JEP corresponden al menos a cuatro personas.

Podrían ser más.

Una de las osamentas es la de una mujer joven.

Dos de las víctimas fueron muertas en el mismo lugar en el que fueron hallados sus cuerpos.

Todos presentan señales de violencia. Fueron ejecutados con tiros de gracia hechos a quemarropa. Junto a los cuerpos encontraron algunos casquillos provenientes de las armas que usaron para matarlos.

Los restos indican que por lo menos uno de ellos fue torturado mientras se encontraba en total estado de indefensión.

El hallazgo más revelador, y el que esté en el centro de la controversia política de las últimas horas, es la época en la que murieron estas personas: De acuerdo con el informe técnico científico fueron inhumados en los años 2002 y 2003.

Esta precisión y el lugar donde están, relaciona estos cuerpos con la época en la que fue adelantada la Operación Orión en la Comuna 13 de Medellín, en la misma zona en donde está La Escombrera.

La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas ha documentado más de 500 casos de personas de las que nunca se volvió a saber nada.

Lo que ocurrió fue una operación de exterminio masivo en donde las Fuerzas Militares, la Policía y los hombres de alias ‘don Berna’ actuaron conjuntamente. La elocuente demostración está en una fotografía del maestro Jesús Abad Colorado, una evidencia que jamás podrá ser borrada.

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Entre los desaparecidos hay algunos que tenían relaciones con milicias de la guerrilla. La gran mayoría, sin embargo, simplemente tuvieron la mala suerte de habitar un sector que estaba bajo las sospechas del Ejército y de la Policía. Está documentado que hubo operaciones conjuntas de la Fuerza Pública y las bandas paramilitares que operaban en el sector. Los que no volvieron se perdieron en las manos de los unos o de los otros.

Hasta ahora, 22 años después, cuatro de esos desaparecidos, cuya identidad aún no se precisa, vienen a hablar sin palabras, a través de sus osamentas sepultadas bajo una montaña de escombros, que la JEP y la UBPD han logrado excavar a quince metros de profundidad.

El comunicado de la JEP señala “Todas las víctimas presentan signos de violencia peri mortem, es decir, como causa de muerte, y lesiones compatibles con proyectiles de arma de fuego, específicamente tiros de gracia. En la escena, además, los peritos forenses han encontrado objetos asociados que permitirán identificar a las personas y determinar las causas y circunstancias de su muerte, así como a los responsables”.

Los familiares de los desaparecidos tienen la esperanza de que estos hallazgos permitan establecer la verdad sobre la cruel muerte de sus seres queridos.

Nuestra invitada de hoy es la médica Luz Janeth Forero, la directora general de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. La doctora Forero antes de llegar a este cargo fue la directora del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Por su conocimiento y experiencia es la persona más adecuada para contarnos porque estos cuatro esqueletos –parcialmente pulverizados y cubiertos por el equivalente a más de 2.000 volquetadas de escombros– pueden contar tanto sobre su vida y su muerte.

Las evidencias son científicas, están validadas por protocolos forenses homologados universalmente. Más allá del ruido creado por quienes se siente afectados por los hallazgos, los familiares de las víctimas tienen derecho a conocer la verdad.