Vincent Paterson, el coreógrafo de Michael Jackson, habló de su carrera como bailarín

El coreógrafo Vincent Paterson compartió detalles de su trayectoria profesional en los micrófonos de W Fin de Semana, en la que destacó su experiencia trabajando con icónicas figuras como Michael Jackson y Madonna, así como su paso por Cuba con el proyecto Ballet Sin Fronteras.

Paterson relató su experiencia en Cuba, donde trabajó con la escuela Lizt Alfonso y enseñó la coreografía de “Thriller” a más de 100 niños. “Hicimos un flash mob en la calle, di charlas y compartí mis videos. Aunque estuvimos solo siete días, fue una experiencia maravillosa,” comentó el coreógrafo.

Sobre su colaboración con Michael Jackson, Paterson destacó que comenzó como uno de los bailarines principales en “Beat It”, pero que su carrera despegó gracias a la oportunidad que Jackson le dio al pedirle que ideara la coreografía de “Smooth Criminal”. “Michael confió en mí desde el principio, y eso marcó mi carrera. Trabajamos juntos durante 17 años, y siempre me apoyó. Aunque tenía sugerencias, confiaba plenamente en su equipo creativo”, explicó. Además, reveló que “Thriller”, “Black or White” y “The Way You Make Me Feel” también llevaron su sello creativo.

Paterson también reflexionó sobre las diferencias entre crear para conciertos y videos musicales. Según el coreógrafo, un concierto es como una obra de teatro que fluye sin interrupciones, mientras que los videos, considerados por Michael como cortometrajes, implican rodar en pequeñas tomas que se unen para formar un todo. “Son experiencias muy distintas, tanto para quienes bailan como para quienes están detrás de cámara”, aseguró.

En cuanto a su estilo y motivaciones, Paterson explicó que lo que lo distingue de otros coreógrafos es su pasión por contar historias. “Me gusta que todo tenga un inicio, desarrollo y desenlace, ya sea en el teatro, en un concierto o en un video.”

El coreógrafo también recordó momentos cómicos con Jackson, quien nunca dijo una palabra desagradable en los 17 años que trabajaron juntos. “Si algo no funcionaba, Michael lo manejaba con mucha elegancia. Siempre se reía, y luego trabajábamos duro. La risa era esencial para él en medio de la presión que implicaba su fama”, comentó.

Por último, el coreógrafo confesó su amor por la música latina, especialmente la salsa, el merengue y la cumbia. “Hay algo en la música latina que se siente en la sangre. Es imposible no bailar cuando la escuchas”, expresó emocionado.

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