El presunto racismo contra Rubilio Castillo empañó el clásico entre Once Caldas y Deportivo Pereira
Aunque ambas partes entregaron sus versiones sobre lo sucedido, aún no está claro qué ocurrió en el estadio Palogrande, donde el delantero hondureño lloró.
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Manizales. Febrero 19 de 2025. Once Caldas enfrenta a Deportivo Pereira en un encuentro válido por la fecha 5 de la Liga BetPlay I, en el Estadio Palogrande. (Colprensa - Santiago Álvarez Parra).
Once Caldas se impuso como local en Manizales, en el estadio Palogrande, en una nueva edición del llamado Clásico del Eje Cafetero, ante el Deportivo Pereira con un marcador de 3-1. La noche en la que el histórico goleador Dayro Moreno llegó a 350 tantos brilló por un episodio desagradable.
Pese al nuevo empate entre Moreno y Radamel Falcao García —ahora con iguales anotaciones en sus carreras, siendo los máximos goleadores colombianos en la historia—, la victoria alba en la capital caldense parece haber sido construida luego de un alegado momento de racismo.
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La víctima fue el delantero hondureño Rubilio Castillo, de 33 años, el 99 con la camiseta roja y amarilla. Castillo abrió el marcador casi a los dieciocho minutos de partido, y era su primer gol en Colombia. Siete minutos después, aún en el primer tiempo, lloró ante los abrazos de sus compañeros.
Tras una falta contra Castillo provocada por el defensor bogotano Jerson Malagón, quien acumula dos infracciones en las cinco primeras fechas del torneo Apertura de 2025 del Fútbol Profesional Colombiano, Joel Jesús Contreras se acercó al jugador del Pereira que seguía en el piso.
Según el entrenador de Pereira, Luis Fernando Suárez, Contreras llamó “simio” —un insulto racista común en el fútbol y otros contextos— a Castillo, lo que provocó las lágrimas del atacante. Castillo le reclamó al árbitro del duelo, Diego Ulloa, pero el central decidió dar continuidad al partido.
Carlos Darwin Quintero, uno de los suplentes del ‘matecaña’, se acercó al campo de juego y tomó por el cuello a Contreras, lo que causó una respuesta del suplente del ‘blanco blanco’ John Manuel Arteaga. Ulloa no hizo nada frente a Contreras, pero sí expulsó a ambos integrantes del banquillo.
El Deportivo Pereira no dio a conocer nada hasta que el encuentro iba en tiempo de adición. El club aseguró, a través de su cuenta de X, que “rechaza cualquier acto de racismo”. “No al racismo en el fútbol”, remachó, sin entregar mayores detalles de lo que pudo haber ocurrido.
Once Caldas emitió un comunicado cerca de las once de la noche. Sin incluir pormenores sobre el acontecimiento, aseveró que, “junto a sus directivos, jugadores e hinchada”, la institución “manifiesta su rechazo absoluto a cualquier acto de racismo dentro y fuera de los escenarios deportivos”
“Yo tengo dolor de país en este momento”, expresó, por su parte, el técnico Suárez en una rueda de prensa al final del compromiso. El exdefensor colombiano dijo sentir pena por los vitoreos de la hinchada manizaleña que celebraron, sobre el minuto 69, la sustitución del hondureño Castillo.
Suárez reemplazó a Castillo por Giancarlo Peña faltando dos minutos para los setenta de partido, en medio de festejos de la afición local, que insultó al atacante rival mientras Dayro Moreno y el técnico Hernán Darío Herrera se acercaron a la gradería para pedir mesura.
“No puede ser que nosotros hagamos esto que hicimos hoy”, insistió el líder del cuadro rojo y amarillo, y subrayó que su molestia se debía tanto al agravio de “simio” contra Castillo como por los aplausos de las gradas ante la salida del delantero. “Me duele el país, de verdad. Me siento triste”, sostuvo.
Joel Contreras, en contraste, afirmó que nunca injurió a Rubilio Castillo. Frente a algunos medios de comunicación que lo abordaron al final del clásico cafetero, el tibuyano acotó que su familia le ha “inculcado valores y respeto” y que tiene “muchos amigos ‘de color’, como se dice”.
Según su testimonio, el extremo izquierdo de veinticinco años se acercó al de La Ceiba —con siete goles en 36 partidos con la selección de Honduras— para invitarlo a levantarse y tenderle la mano. “Yo no le voy a decir ‘simio’ y le voy a dar la mano”, cuestionó, y se dijo “superatacado y perseguido”.
Por ahora, la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) no se ha pronunciado sobre el incidente, de la quinta jornada de la Liga Betplay del primer semestre de 2025, a diferencia de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, el sindicato Acolfutpro.
“En nombre de todos los futbolistas profesionales de Colombia, Acolfutpro rechaza cualquier conducta racista o discriminatoria que se produzca en el ámbito del fútbol. Es imprescindible erradicar comportamientos inaceptables, dentro y fuera del terreno de juego”, publicó en un comunidado.