Al Oído | Petro se quitó la máscara: un presidente en campaña que no gobierna y amenaza

Al Oído con el rompecabezas de un país que será difícil volver a armar.

Sin duda ayer 18 de marzo vimos un lanzamiento de campaña, en el que hay candidatos claros de un Gobierno que, por hacer el favor a otros, decidió dejar por fuera a Gustavo Bolívar, pese a que es el que tiene mayor popularidad y conecta mejor con las bases y en tarimas. Sin embargo, a los emperadores no les gusta compartir el cariño del pueblo.

Cada uno elige si queda miope frente a lo sucedido en el país. Es infantil jugar a negar la convocatoria que, por el motivo que sea, existió en el país. En Bogotá se vio una marcha masiva, es equívoco que los opositores busquen negarlo.

Si desde la oposición seria no se reflexiona y siguen encerrados en una burbuja y engañados, se están confiando.

Ocho puntos para reflexionar:

1. El apoyo de las bases electorales duras del presidente Gustavo Petro se mantiene, pero sería un error del Gobierno asumir que recuperaron el apoyo de las calles. Aunque muchos de los que salen lo hacen por responder a contratos o ‘cuidar la lonchera’ por miedo a represalias en sus lugares de trabajo, no todos los que salen es por eso.
2. El Congreso quedó entre la espada y la pared: no aprobar la consulta popular es darle gasolina a la narrativa del presidente de un Congreso que lo quiere bloquear. Aprobarla es darle la oportunidad de reconstruir un apoyo popular, una decisión que requiere de un análisis profundo por parte de nuestros congresistas.
3. La consulta popular nos llevará a una mayor polarización en el país y a pésimos ejemplos por afán electoral, de clicks y de sonar. Miren al congresista Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico, que el día de ayer se acercó con violencia al senador Alirio Barrera del Centro Democrático, al que tildó de matón. Una bajeza sin precedentes: estaba en su momento de primera línea de ataque, de agresión, pero estuvo de buenas porque dio con un caballero. En un país en el que hay un conflicto interno descontrolado, esto es lo último que necesitamos los colombianos. Con razón, las barras bravas aún se matan en los estadios. 
4. Petro ni es gerente ni ha sabido gobernar, eso es evidente. Por eso necesitaba revivir, volviendo a lo suyo: la campaña, que es su lugar de confianza y en el que sabe moverse como pez en el agua. Algunos creen desde X que el presidente está solo o prefieren pensar que solo lo acompañan funcionarios.
5. La movilización ciudadana será la herramienta de presión en lo que queda de Gobierno.
6. Con la narrativa, el presidente, queda claro que se va a radicalizar más y buscará deslegitimar a cualquiera que sea su opositor. Ayer vimos un discurso marcado por agresiones y una agitación de masas que puede llevar a hechos que nos costará mucho reparar como país.
7. Con discursos violentos pretenden distraer de un Gobierno que ha estado marcado por escándalos vergonzosos de corrupción, crisis en su gabinete, cambios constantes en ministerios, falta de ejecución, derroche e incapacidad para gerenciar.
8. La oposición está desdibujada, parece no interpretar las necesidades del país. Hay un miedo constante, no se ve un líder claro, están divididos por egos, no hay acciones concretas y creen que por X van a vencer. Hay insultos, falta de mensajes concretos, denuncias constantes que se vuelven ruido y un discurso que se pierde; creen que solo salen contratistas o funcionarios, mientras ellos avanzan unidos, concentrados y vendiendo de a un mensaje. El país hay que leerlo y reflexionar acerca de los reclamos sociales. La ciudadanía reclama hechos, no solo discursos, quiere soluciones y no solo quejas.

Por último: resulta doloroso que una persona con la dignidad de un presidente caiga tan bajo y utilice el dolor del senador Alirio Barrera por la muerte de su mascota y amigo.

Qué decadencia de debate, eso no tiene nada de un líder que decía defender la Colombia potencia de vida. Lo de mal presidente pasará, lo de mala persona no.

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