Este escándalo fue revelado por un periodista de la revista The Atlantic, a quien incluyeron por error en un chat grupal de la aplicación Signal, donde los más altos funcionarios del gobierno, discutían sobre futuros ataques contra los rebeldes hutíes en Yemen.
En concreto, el magistrado instruyó a todas las agencias implicadas a que preserven los mensajes enviados en ese chat entre el 11 y el 15 de marzo, fecha en la que se lanzó el bombardeo contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen.
Esta nueva oleada de bombardeos se produce tan solo un día después de que Estados Unidos lanzara ataques aéreos contra al menos cuatro ciudades de Yemen controladas por los hutíes.
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