El 20% de esta compañía de alimentos está conformado por trabajadores migrantes
En la cadena de restaurantes Sierra Nevada, 20% de la planta son personas migrantes, siendo una empresa pionera en Colombia en la contratación de personas con el Permiso Especial de Permanencia (PEP). Además, 15% de la compañía está conformado por personas sordas.
Sierra Nevada es una cadena de restaurantes de hamburguesas artesanales ubicada en Bogotá, pionera en la implementación de políticas de contratación de personas sordas y migrantes en Colombia. La compañía arrancó en 2010 haciendo helados, pero los creadores decidieron diversificar los productos y, a medida que el personal aumentaba, optaron por hacer de la cuota de inclusión un eje transversal en sus operaciones productivas.
Así lo explica Emiliano Moscoso, cofundador de Sierra Nevada: “Mi abuelo era Jorge Carulla, y él siempre tuvo esa idea de que una compañía debía trabajar en función de sus empleados. Ser emprendedor va más allá de los números. Se trata de generar beneficios para la comunidad y la gente que está alrededor”, comenta.
El primer grupo poblacional con el que trabajaron fue el de las personas sordas, que actualmente representan el 15% de todo el personal de Sierra Nevada. Valga señalar en este punto, entonces, que según el Dane, la población con discapacidad de Colombia tiene una tasa de ocupación solo del 21%, mientras que la población sin discapacidad está en el 58%.
La empresa cuenta con varias estrategias para sensibilizar a los clientes con el personal. Una de ellas es la ‘Semana de los sordos’, una semana en la que las 11 tiendas de la compañía son atendidas únicamente por personas sordas. El mensaje que quieren enviar, explica Emiliano, es que la sociedad solo necesita voluntad y paciencia para lograr una interlocución sana con este grupo poblacional. Dentro de la compañía, además, han optado por contratar interpretes que acompañan al personal en la firma de contratos, eventos y en la traducción de vídeos corporativos.
Después de concretar su trabajo con las personas sordas decidieron empezar a contratar migrantes. Uno de ellos fue Yender Armas, un joven que trabaja con la empresa desde 2018. Cuenta que estudió contaduría pública en la Universidad de Carabobo, en su natal Venezuela, país del cual emigró hace ocho años por la compleja situación socioeconómica.
“El proceso para encontrar empleo en Colombia fue bastante complejo. Cuando llegué solo tenía trabajos informales con horarios muy fuertes y nada de prestaciones de ley. Duré dos años trabajando así y dije ‘no puedo seguir’. Me sentía agotado y no tenía tiempo para mi. Me enfermé y ninguna EPS me podía atender porque no estaba afiliado”, recuerda.
Hoy, el 20% de las personas que trabajan en Sierra Nevada son migrantes. La compañía fue una de las primeras en contratar a esta población en Colombia a través de los Permisos Especiales de Permanencia (PEP). Según Emiliano, llegar a contar con ese porcentaje de participación de población migrante fue un proceso largo pues, por su misma condición, encontraban muchas trabas a la hora de abrirles una cuenta de banco e inscribirlos en la seguridad social, por ejemplo.
Lo lograron, explica, gracias al apoyo de organizaciones como Acnur y AmCham, que reconocieron el valor de su trabajo en pro de la inclusión y de la generación de oportunidades para cerrar brechas laborales.
Yender ahora trabaja como supervisor de operaciones y está a cargo de 6 de las 11 tiendas de la empresa. Sus funciones incluyen supervisar costo de mano de obra, costo de producción, estar al tanto de las PQRS que se generen y verificar los procesos operativos dentro de las tiendas. “El proceso de vinculación laboral con Sierra Nevada fue bastante fácil porque ya ellos tenían una política. Yo me comencé a sentir diferente, tanto que actualmente sigo trabajando con ellos. Esa oportunidad no me la ha brindado ninguna otra empresa”, comenta.
Según un estudio de McKinsey & Company, el 55% de las compañías latinoamericanas que incorporan talentos diversos tienen un rendimiento operativo antes de intereses e impuestos superior al de la industria. En contraste, solo el 29% de las compañías que no le apuestan a esta fuerza laboral logran lo mismo.
En el caso de Sierra Nevada, Emiliano comenta que luego de implementar estas políticas han registrado cambios positivos como mayor cohesión interna en cuanto a respeto y tolerancia, mejor preparación a la hora de tener tratos con clientes que pertenecen a estos grupos poblacionales y hasta mejor acogida de la marca en redes sociales.
“Las empresas se tienen que parecer a como es la sociedad: diversa. De esta manera habría menos inequidades en el acceso al trabajo. Normalmente los filtros físicos o ideológicos de las compañías son muy parecidos entre sí y eso va dejando a ciertos sectores de la población por fuera. Las compañías deberían estar abiertas a recibir a la gente tal cual es. No debería ser extraño que una empresa haga estas contrataciones”, comenta Emiliano, quien además menciona que Sierra Nevada tiene abierta una convocatoria permanente de 5 vacantes para personas transgénero que estén interesadas en trabajar en servicio al cliente.