La estrategia del Gobierno para salvar la reforma a la salud

En el Gobierno Nacional no dan por muerto el proyecto de reforma a la salud.

En la tarde del 12 de marzo, el ministro del Interior Luis Fernando Velasco se reunió con el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alexander López; con la presidenta de la Comisión Séptima del Senado, Martha Peralta; y con los ponentes aliados del Gobierno para intentar trazar la estrategia para revivir el moribundo proyecto de ley.

Una de las conclusiones del Gobierno es que estaría dispuesto a sacrificar su ponencia para armar una nueva mayoría a través de una ponencia alternativa, como la que prepara el senador Fabián Díaz, de la Alianza Verde.

El camino de un texto alternativo, según las cuentas del Gobierno, podría sumar tres de los votos que hoy tiene la ponencia de archivo, recuperando la iniciativa para llevar el proyecto a la plenaria del Senado de la República.

Las próximas horas serán clave para el Gobierno. De no cambiar la opinión de los senadores de la Comisión Séptima, los votos de Miguel Ángel Pinto, José Alfredo Marín, Lorena Ríos, Nadia Blel, Berenice Bedoya, Ana Pola Agudelo, Alirio Barerra, Honorio Henríquez serán suficientes para hundir una de las reformas bandera del presidente Petro.

¿Por qué se busca archivar la reforma a la salud?

Según los firmantes de la ponencia que busca archivar la reforma a la salud, el proyecto es “regresivo en términos de derechos adquiridos”.

De esta forma, los siete senadores sostuvieron que la iniciativa “coarta la libertad de elección de los usuarios en la selección de prestadores de servicios de salud”, así como no define claramente la ruta de atención al paciente ni la entrega de medicamentos, “poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de colombianos”.

También señalan que les preocupa la ausencia de aval fiscal y la insostenibilidad financiera del proyecto, al señalar que esta no cuenta aún con el concepto positivo del Ministerio de Hacienda para su implementación y, así, incumple la ley.

En ese sentido, los firmantes señalan en el documento que persiste la falta de claridad sobre los costos de su implementación y las fuentes de financiación. Además, indican que la propuesta “desconoce los logros del sistema de salud actual, generando incertidumbre en la responsabilidad por la atención de los usuarios y caos en la remisión de pacientes”, entre otros aspectos.

Otro de los hechos que preocupan a los congresistas firmantes es que la reforma no reconoce el aseguramiento en salud desde antes del nacimiento, como sí está establecido actualmente.

En ese sentido, indicaron que esta no resuelve los retos del sistema de salud actual, como “el aumento del gasto de los hogares en salud y la falta de atención en zonas rurales”, así como tampoco garantiza la “transparencia en el manejo de los recursos al centralizar el dinero de la salud en una sola entidad pública sin las auditorías necesarias”.