“Las Cámaras de Comercio deberían funcionar como agencias de desarrollo”: Milady Garcés

En 2018, según el DANE, Buenaventura presentó una tasa de pobreza multidimensional del 41%, cifra considerablemente superior al promedio nacional del 19,6%. Estos datos son reflejo del panorama que enfrenta la población en términos de cubrimiento de necesidades básicas y acceso a educación y a oportunidades de empleo. El panorama no es diferente para los más de 82 mil jóvenes que residen en la región.

“Buenaventura es un territorio retador, donde convergen muchas oportunidades, pero también donde hay situaciones en las que la población joven se expone como botín de guerra al ser un escenario mediado por el conflicto armado”, explica al respecto Milady Garcés, presidenta de la Cámara de Comercio del distrito portuario.

En 2021, señala, Buenaventura registró un puntaje de 64.4 en el Índice de Progreso de la Juventud (IPJ), siendo el tercero más bajo entre las quince ciudades sujetas a la medición. Se trata de un indicador que evalúa el cumplimiento o no de necesidades humanas básicas, fundamentos de bienestar y oportunidades de los jóvenes. En otras palabras, el rezago que experimentan los jóvenes en esta ciudad en cuanto a progreso social es mayor que en otras catorce urbes del país.

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Datos como estos han motivado a la Cámara de Comercio local a crear estrategias encaminadas a facilitar a los jóvenes espacios para formarse y emplearse. Solo de esta forma, advierte Garcés, será posible para ellos romper con los círculos de pobreza y evitar “que la ilegalidad sea más atractiva que la legalidad”.

“En dos años como presidenta ―agrega― hemos decidido cambiar un poco de forma; pasar de ser una entidad gremial a entendernos y funcionar como una agencia de desarrollo local. Un puente entre las necesidades y las oportunidades”.

Actualmente, por ejemplo, la Cámara impulsa estrategias de formación y empleabilidad para este sector de la población en carreras relacionadas con programación, logística portuaria y comercial, así como iniciativas de formación en idiomas para BPO. Varias de estas estrategias reciben apoyo de aliados como el Banco Interamericano de Desarrollo, USAID, ACDI/VOCA y la Open Society Foundations, entre otros.

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Ello ha incentivado a que compañías como Amazon y Teleperformance lleguen a la ciudad con oportunidades de empleo directo a los jóvenes. Esfuerzos y resultados que, en palabras de Garcés, transforman a la Cámara de Comercio de Buenaventura en una “agencia de desarrollo local”.

Una que, entre otras cosas, cuenta con una oferta de 25 programas de formación empresarial y con el Centro de Desarrollo Empresarial Fomenta, un espacio que apoya los procesos de innovación de las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipyme) y acompaña a los jóvenes emprendedores en la cadena de creación de su idea de negocio, producto o servicio.

De esta forma se garantiza que la fuerza laboral joven con la que cuenta Buenaventura, adquiera habilidades empresariales y blandas que la prepara para asumir roles de liderazgo y emprendimiento en el futuro.

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Ello, en un panorama en el que, según la encuesta ‘Voces Resilientes: juventudes, realidades y territorios’, de USAID, ACDI/VOCA y el Observatorio Javeriano de Juventud, dos de cada tres jóvenes a nivel nacional han considerado crear su propio emprendimiento con el objetivo, principalmente, de ser sus propios jefes y generar empleo.

“Debemos hacer que las cosas pasen. No puede haber desarrollo económico sin servicio y sin conexión con las comunidades e inclusión de todos los sectores”, afirma Garcés, añadiendo que sólo así se podrá reducir la tasa de jóvenes ―65% según el mismo estudio― que no se sienten tenidos en cuenta por los políticos.