Mitos y verdades sobre los infartos: síntomas y factores de riesgo

El infarto es una de las principales causas de muerte en el mundo, este ocurre cuando se produce un bloqueo o reducción del flujo de sangre que va al corazón, ya sea por acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias.

El cardiólogo Manuel Puerta pasó por los micrófonos de Salud y Algo Más para hablar sobre el tema.

“Lo más importante es tener en cuenta que la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la edad, así como los niveles de colesterol son factores de riesgo que más predisponen a tener un infarto”, explicó el experto, recomendando a quienes las padecen a tener revisiones periódicas.

En cuanto a la sintomatología, “la gran mayoría de pacientes han referido dolores en el pecho cuando se hace esfuerzo físico, ahogo sin razón aparente; eso sí, aunque no existe un síntoma clave, gran mayoría de pacientes se enfocan en estos dolores”.

¿Es diferente un paro cardiaco a un infarto?

Según explica el experto, “el paro cardiaco es el cese de la actividad del latir del corazón, mientras que el infarto ocurre cuando se puede seguir teniendo circulación, pero una parte del corazón empieza a funcionar mal, de allí que existan personas que han sufrido más de un infarto (…) el paro cardiaco es generado por el infarto”.

Por otro lado, en cuanto a los mitos que existen alrededor de los infartos, el cardiólogo resaltó:

• ¿Es malo hacer ejercicio de alto impacto? “Cuando vamos a revisar la evidencia de cómo actúa el ejercicio para prevenir los infartos, vemos que a los que son activos físicamente les va mucho mejor, se trata de no satanizar el ejercicio, pues es una herramienta para vitalizar el corazón”.
• ¿Es efectiva la aspirina? El experto aseguró que “solo sirve en pacientes que ya han sufrido infartos, en los que no lo único que hace es que aparezcan úlceras provocando hemorragias gastrointestinales”.
• ¿La vacuna del COVID-19 afectó? “La evidencia muestra que las vacunas del COVID-19 no influyen en los infartos, lo que, si certificó es que los pacientes contagiados sí tenían predisposición a los trombos en la sangre, pero es por la exposición a la enfermedad no la vacuna.

Escuche la entrevista completa en Salud y Algo Más: