Nuevos detalles del accidente aéreo de los niños que fueron rescatados en selva del Guaviare
Según información, los niños nunca se encontraron con el perro Wilson, el cual se perdió durante las operaciones de rescate que adelantaron las fuerzas especiales.
Durante el informe provisional de la investigación que adelanta la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de la Aerocivil, sobre el accidente aéreo ocurrido en selvas del Caquetá y Guaviare el pasado 1 de mayo de 2023 de un avión pequeño de matrículas HK2803, el cual dejó a tres niños indígenas perdidos por casi 40 días, se conocieron nuevos detalles.
En primer lugar, que la aeronave, al igual que su prestador de servicio ubicado en aeródromo Vanguardia de Villavicencio – Meta, al momento del accidente cumplían con todos los requerimientos para poder efectuar su operación.
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En segundo lugar, se conoció parte del testimonio entregado por una de las sobrevivientes al accidente, la cual detalló que “durante los treinta y nueve días que permanecieron internados en la selva, los sobrevivientes avistaron diferentes animales como tapires, serpientes y una tortuga de gran tamaño. De otra parte, según su relato, no se produjo ningún encuentro con otras personas durante su travesía y tampoco tuvieron contacto con algún canino”.
De esta forma, quedó descartado por las autoridades que los niños en algún momento se hayan encontrado con el perro de raza pastor belga llamado Wilson, el cual desapareció durante los operativos de búsqueda en la selva.
Así mismo, la menor de 14 años informó que el día del vuelo, cuando ella junto con su familia llegaron al aeródromo de Araracuara a esperar el abordaje, observó cómo el avión fue recargado con combustible y detalló cómo “se presentaron algunas dificultades para realizar la puesta en marcha del motor”, el cual después de varios intentos y procedimientos del piloto, empezó a funcionar.
Esto es importante, teniendo en cuenta que el accidente se registró al parecer por una falla de motor, lo que la menor confirmó, al escuchar en medio del vuelo como el piloto, en comunicación con la torre de control, informó el malfuncionamiento del motor de la aeronave; asimismo, indicó que la altura de la aeronave cambiaba constantemente, y que presentaba movimientos de arriba a abajo, acompañados de un sonido irregular del motor, de acuerdo con su percepción”.
En tercer lugar, se informó que el avión involucrado en el accidente del 1 de mayo del año pasado, ya había registrado una situación similar el 25 de julio de 2021, cerca de la comunidad Indígena Sonaña, departamento de Vaupés.
En el evento, la aeronave despegó y ascendió de manera normal, después de 10 minutos de vuelo presentó una falla de motor, que obligó al piloto a efectuar un arborizaje (caída de avión sobre las copas de los árboles).
Para ese accidente se determinó como causa probable “la falla del motor ocasionada por la fractura del pistón No. 5 que generó la pérdida de potencia, impidiendo que la aeronave continuara en vuelo, obligando al piloto a realizar el arborizaje”. Se destacó en este punto de la investigación que ese motor Continental IO520-F, SN: 1004385, fue el mismo que se tenía en la aeronave en el trágico accidente del pasado 1 de mayo de 2023.
Finalmente, se conocieron otros detalles de la travesía que sufrieron los niños para mantenerse con vida durante los 39 días que estuvieron perdidos en la selva, pero que pudieron afrontar gracias a la educación que comunidad indígena a la que pertenecen les proporcionó.