La doctora Carolina Acevedo Martelo, fonoaudióloga, pasó por los micrófonos de Salud Y Algo Más y habló sobre la problemática de la selectividad alimentaria en los niños. Con su experiencia en patología del habla y del lenguaje, motricidad orofacial, disfagia, deglución atípica y neurodesarrollo, <b>Acevedo dio consejos para saber cómo identificar y tratar este trastorno.</b>“La selectividad alimenticia es un tema de mucha actualidad y preocupación para los padres”, comentó Acevedo. Explicó que <b>los niños entre los 13 y 23 meses suelen disminuir la variedad de alimentos que consumen</b>, pero se considera normal si aún ingieren hasta 50 tipos diferentes. La alarma se enciende cuando esta cifra baja a 30 o menos, lo que<b> indica un posible problema de selectividad alimentaria.</b>Acevedo señaló que la selectividad alimentaria puede estar relacionada con problemas sensoriales y motores, así como dificultades para tragar y masticar. <b>“Si un niño está en el proceso en que no soporta siquiera ver el alimento en el plato, es momento de intervención de un gran equipo interdisciplinario”</b>, afirmó. Este equipo puede incluir pediatras, otorrinolaringólogos, gastroenterólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y nutricionistas.Respecto al método de alimentación Baby-Led Weaning (BLW), Acevedo mencionó:<b> “El BLW, que permite pasar de la leche materna directamente a los trozos de comida, también tiene unas condiciones </b>y requisitos para que se pueda generar un adecuado desarrollo de la masticación de la mandíbula y la posición lingual, evitando así problemas de selectividad alimentaria a futuro”.En caso de que los pequeños reduzcan su dieta a alimentos crujientes después de pasar tiempo con los abuelos, como lo comentaron algunos de los oyentes, Acevedo recomendó reintroducir gradualmente otros alimentos y sugirió: <b>“Las verduras también pueden ser apanadas para que podamos empezar así, de manera crocante, a introducir otros alimentos”.</b>La fonoaudióloga también enfatizó la importancia de la presentación de los alimentos y la participación activa de los padres durante las comidas. <b>“Debemos poner un plato que sea colorido y que tenga una presentación en poca cantidad”,</b> sugirió. Además, destacó que las comidas no deben prolongarse más de 30 a 40 minutos para evitar que se conviertan en una batalla.Finalmente, Acevedo subrayó la importancia de la paciencia y la perseverancia en estos casos: “<b>Alimentarse no debe ser una batalla, pero si nos anticipamos al proceso de desarrollo,</b> nuestros chiquitos pueden llegar a superar la selectividad alimentaria”.Para los padres preocupados por la alimentación de sus hijos, Acevedo aconsejó consultar con especialistas para recibir orientación personalizada y adecuada. <b>“Siempre le recomiendo a los papás consultar con su pediatra,</b> analizar cada caso en particular, pero ir progresivamente viendo que el niño tolera las distintas consistencias”, concluyó.