Al Oído: Presidente, ¿pretenden negociar el modelo económico del país con un grupo ilegal?

Recientemente, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) rechazó la propuesta “confidencial” del Gobierno para reanudar los diálogos de paz. A través de un comunicado, el Comando Central de la guerrilla afirmaba que “la grave situación de crisis que padece la mesa y el proceso de paz en este momento no requiere de propuestas confidenciales, sino franqueza y claridad al país”.

Ahora sí, el jefe de la negociación, Otty Patiño, reconoce que la paz con el ELN vive su mayor crisis y afirma que están congeladas las mesas, así como el mecanismo de monitoreo. Sin embargo, como país, hacemos eco de las preocupaciones que están al oído de muchos colombianos.

Discúlpeme, presidente Gustavo Petro, pero ¿de cuándo a acá creyeron que podían negociar con un grupo ilegal como el ELN el modelo económico del país? Porque eso sí preocupa, ¿cuál es la realidad del fondo del acuerdo nacional del que habla?

Ojalá sea el momento para saber si los empresarios y gremios que apoyan al presidente Petro también apoyarían un posible cambio del modelo económico y político del país en un acuerdo con el ELN. Necesitamos tener certezas y que ya todos se quiten las máscaras.

Desde 1975, el ELN nos toca el mismo vals, burlándose de la ilusión de la paz del país bajo el gobierno del expresidente Alfonso López.

Lo cierto es que el tiempo y la paciencia se agotan. Este grupo, que muestra su miopía, evidencia que no están interesados en ninguna paz. Cada comunicado le resta seriedad a la mesa de negociación.

Congelar o pararse de la mesa, como le quieran llamar, al final es una sola estrategia: manipular y presionar al Gobierno. Esto tiene un agravante: cada día aumentan más el rechazo en el país. Por andar burlándose no de un gobierno sino de una ilusión de paz.

Hoy el ELN tiene la sartén por el mango, se siente empoderado y tiene la atención mediática que, por años, le costó porque estaba siempre el reflector en las antiguas Farc y está creciendo militarmente y en territorio.

Lo que nos demuestran es que esta negociación también la burlarán, la diferencia es que jamás tendrán las posibilidades que tienen con este Gobierno y, al ser un gobierno de izquierda, de quedarse en la lucha pierden su discurso político y solo se vuelven un grupo ilegal.

¿Qué más falta?