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MinEducación entrega colegio a las comunidades indígenas del Amazonas

La Institución Educativa Francisco de Orellana, alberga a 921 estudiantes de las comunidades indígenas Ticuna, Cocama, Yagua, Uitoto, Miraña y Tanimuca.

Foto: Mariano Vimos (Colprensa).

Foto: Mariano Vimos (Colprensa).

El resguardo indígena de Macedonia, a 53 kilómetros de Leticia, en el corazón del Amazonas, celebró y un hecho histórico para su comunidad.

Tras siete largos años de espera, se entregó oficialmente la Institución Educativa Francisco de Orellana, un símbolo de resiliencia y esperanza para los pueblos indígenas que habitan esta región. Ticuna, Cocama, Yagua, Uitoto, Miraña y Tanimuca, seis etnias que conviven en el resguardo, ven en este nuevo colegio la oportunidad de un futuro mejor para sus hijos.

La inauguración del colegio contó con la presencia del ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, y de autoridades locales como el gobernador del Amazonas, Óscar Enríquez Sánchez Guerrero.

El ministro, durante su intervención, resaltó la importancia de este logro para la comunidad, no solo como un espacio de aprendizaje, sino como un lugar de encuentro y construcción de sueños colectivos.

El proyecto educativo, que inició su restructuración en 2017, finalmente ve la luz gracias a la inversión conjunta de $16.121 millones. De estos, $12.640 millones fueron aportados por el Ministerio de Educación y $3.481 millones por la Gobernación del Amazonas.

La nueva infraestructura, que abarca más de 2.162 metros cuadrados, albergará a 921 estudiantes y cuenta con 17 aulas, laboratorios, un comedor, una cocina y una cancha recreativa.

La educación para forjar sueños

El ministro Daniel Rojas destacó el carácter transformador de esta institución educativa para la comunidad.

En su discurso, subrayó que el colegio Francisco de Orellana no es solo un centro de enseñanza, sino un espacio para construir sueños comunes.

“Este colegio reúne a niños y niñas de varias comunidades, no solo para formarse, sino para conocerse, crear amistades y hermandades, y construir sueños colectivos. Aquí no solo se educan, sino que se forja el futuro de la región”, expresó Rojas.

Uno de los aspectos más importantes que resaltó el ministro fue el compromiso del Gobierno con cerrar las brechas históricas de desigualdad entre lo urbano y lo rural.

“Este colegio es una muestra del compromiso del gobierno con las zonas más marginadas del país. Estamos garantizando que los recursos de la educación, que son sagrados, lleguen a donde más se necesitan”, añadió Rojas, visiblemente emocionado por la recepción de la comunidad.

Los retos pendientes: promesas para el futuro

Aunque la entrega del colegio es un motivo de celebración, el ministro Rojas reconoció que aún queda trabajo por hacer para garantizar que la institución cuente con todos los elementos necesarios para brindar una educación de calidad.

Entre los compromisos asumidos por el Gobierno está la construcción de la cubierta de la cancha polideportiva, la dotación de ventiladores y paneles solares, y la entrega de computadores con conectividad para que los estudiantes puedan aprovechar las herramientas tecnológicas.

Además, el ministro anunció que gestionará la entrega de dos botes con capacidad para 30 personas, que facilitarán el transporte escolar de los estudiantes que viven en comunidades alejadas a lo largo del río Amazonas.

“Me comprometo a gestionar los botes y los respectivos motores para garantizar el acceso de los estudiantes al colegio. No basta con tener las instalaciones, debemos asegurar que los niños y niñas lleguen aquí en las mejores condiciones”, afirmó Rojas.

El resguardo indígena de Macedonia ha enfrentado dificultades en los últimos meses debido a la sequía que ha afectado el nivel del río Amazonas, dejando a la comunidad sin agua potable y afectando el turismo en la región. Este nuevo colegio representa, para muchos, una bocanada de esperanza en medio de la adversidad.

La educación como motor del desarrollo

El ministro también hizo un llamado a las universidades públicas para que extiendan su cobertura hacia zonas como el Amazonas.

“No basta con tener un colegio que va de primero a once, también necesitamos que la universidad pública llegue a Macedonia. Los estudiantes deben tener la oportunidad de transitar de inmediato a la educación superior”, dijo Rojas.

Actualmente, solo el 21% de los estudiantes del Amazonas acceden a la educación superior, y de esos, solo el 7% logran ingresar a una universidad pública. “Esta realidad tiene que cambiar. Solo salvaremos el río, la selva y el planeta si abrimos la ventana al conocimiento”, concluyó.

Jhojany Alexandra León, personera estudiantil, habló en nombre de sus compañeros, agradeciendo al Gobierno por la construcción de esta nueva institución: “La Institución Educativa Francisco de Orellana es mucho más que un edificio, es el lugar donde se forja el futuro de nuestra comunidad. A través de este apoyo, estamos preservando nuestro patrimonio cultural y creando oportunidades para alcanzar nuestro máximo potencial”, expresó.

La entrega de este colegio marca un nuevo capítulo para las comunidades indígenas del Amazonas, que ahora cuentan con un espacio digno para la educación de sus hijos. Sin embargo, el reto continúa. Las promesas hechas hoy deberán ser cumplidas, y la comunidad estará vigilante para asegurarse de que el colegio Francisco de Orellana sea un verdadero motor de desarrollo y cambio en la región.

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