El paro minero en Chocó terminó tras más de treinta horas de negociaciones
Las vías del departamento permanecieron paralizadas mientras la Gobernación adelantaba una mesa de diálogos.
El gremio de la minería en Chocó mantuvo al departamento en parálisis por cerca de dos días. Para atender las peticiones de quienes se declararon en paro en Novita, Lloró, El Atrato, Tadó, Cértegui y Quibdó —capital chocoana—, la gobernadora Nubia Córdoba sostuvo una mesa de diálogos en la que las conversaciones se extendieron por unas 32 horas antes de concluir.
Las peticiones se centraban en métodos de formalización para quienes, con maquinaria, adelantan labores de pequeña y mediana escala. Las autoridades del Chocó calificaron las negociaciones como “intensas”. Cerca de las dos de la madrugada del 7 de noviembre, los diálogos cumplían unas diecisiete horas, pero no veían un convenio certero.
“A esta hora se suspenden las negociaciones después de más de 17 horas de trabajo ininterrumpido. Hay avances importantes, pero no hay acuerdo definitivo. Continúa el paro minero en el Chocó”, escribió entonces la gobernadora en su cuenta de X. La mandataria participó en la mesa junto a la Secretaría de Desarrollo Económico y Recursos Naturales.
Pasadas las cinco de la tarde, la Gobernación anunció que logró alcanzar un acuerdo con las asociaciones mineras que se encontraron con la Mesa Minera Permanente, la misma que, presidida por Córdoba, sostuvo acercamientos hasta altas horas de la madrugada. Según la gobernadora, el Gobierno nacional hizo presencia con el Ministerio de Minas y Energía.
Los mineros habían ejecutado bloqueos en la vía entre Quibdó e Istmina, a la altura de El Atrato. Uno de los compromisos a los que llegaron fue terminar con la obstrucción. “Los representantes de los mineros tomaron la decisión de levantar los bloqueos, de permitir la movilidad para no perjudicar al resto de la ciudadanía”, afirmó Córdoba este jueves.
Córdoba también explicó que el paro minero pasó a una etapa de asamblea permanente. Eso significa que el gremio seguirá hablando sobre los acuerdos —descritos como “preacuerdos” por parte de la mandataria— hasta que en la sesión ordinaria del 14 y 15 de noviembre de la Mesa Minera se formalicen los puntos definitivos.
La jornada de más de treinta horas contó con la presencia de representantes del Gobierno nacional, las autoridades locales, los entes de control, el Ministerio Público, la Diócesis de Quibdó y el gremio minero, encarnado por la Asociación de Mineros Agroambientales del Chocó (Asomichocó) y la Federación Minera del Chocó.
De acuerdo con la Gobernación, el acuerdo preliminar alcanzado busca promover la formalización y la titulación de la minería de la región, asegurando que los pequeños y medianos mineros cuenten con garantías y protección para sus actividades. José Correa, vocero de Asomichocó, describió a Córdoba como “el pilar que siempre ha luchado en pro de los mineros de Chocó”.
“Históricamente, en el Chocó, ha sido una lucha de doce años, venimos buscando la caracterización, y hoy logramos avanzar en ese punto. Hoy tenemos un punto que refrendar, por falta del Ministerio de Defensa, que no vino”, precisó Correa, quien aseguró haber notado “voluntades” de parte del Gobierno nacional y de las autoridades locales.
La gobernadora de Chocó indicó ante la prensa que en la sesión de la próxima semana de la Mesa “concluiremos los compromisos para que, en efecto, pueda comenzar en el departamento del Chocó el proceso de formalización y titulación que les permita a los pequeños y medianos mineros tener unas garantías”, así como adquirir “responsabilidades con respecto al territorio”.
El gremio de la minería del Chocó ha protestado por la protección que el Gobierno debería brindarle al río Atrato, que desde 2016 es considerado por el Estado, gracias a una sentencia de la Corte Constitucional, sujeto de derechos. Además, las asociaciones aspiran a tener un plan de formalización de su labor y un blindaje frente a la destrucción de sus unidades de producción.