Judicial

En firme condena contra cirujano plástico por muerte de paciente durante cirugía estética

La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena contra el cirujano general Julio César Gómez Riveros, responsabilizándolo por la muerte de Lilia Cáceres Romero.

Cirujano realizando una operación (Foto vía GettyImages)

Cirujano realizando una operación (Foto vía GettyImages) / Indeed

La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena contra el cirujano general Julio César Gómez Riveros, responsabilizándolo por la muerte de Lilia Cáceres Romero, quien falleció tras someterse a una liposucción abdominal, lipoinyección en glúteos y mamoplastia de aumento en Bucaramanga en 2011.

La Corte ratificó que los procedimientos se realizaron con impericia, violando el deber objetivo de cuidado y ocasionando dos eventos fatales: un trauma penetrante abdominal, al perforar: “la arteria esplénica con la cánula de succión, y un tromboembolismo graso masivo, derivado de la infiltración de grasa en vasos sanguíneos durante la lipoinyección”, dice el fallo y recalca que estos errores técnicos llevaron a la muerte de la paciente.

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Casación:

El abogado defensor del médico argumentó que existieron imprecisiones en la imputación y acusación, además de cuestionar las conclusiones periciales. Sin embargo, la Corte concluyó que el procesado carecía de la capacitación adecuada para realizar cirugías estéticas y que sus acciones incrementaron de manera indebida los riesgos inherentes al procedimiento.

Sobre el caso:

La paciente, de 44 años, se sometió a una liposucción abdominal, lipoinyección en glúteos y mamoplastia de aumento en el Centro Clínico de Cirugía Ambulatoria y Manejo Postquirúrgico (CENPOST). Durante la cirugía, la inexperiencia del médico desencadenó dos eventos críticos: un trauma penetrante abdominal, causado por el uso indebido de una cánula de succión que perforó la arteria esplénica, y un tromboembolismo graso masivo, derivado de la infiltración de grasa en vasos sanguíneos durante la lipoinyección.

La Corte determinó que estos errores, producto de la violación al deber objetivo de cuidado y la falta de capacitación adecuada del procesado, fueron las causas determinantes de la muerte de Cáceres Romero. Según el fallo, el médico excedió los estándares establecidos por la comunidad médica, traspasando límites técnicos y aumentando significativamente los riesgos inherentes a los procedimientos realizados.

En consecuencia, se confirmó la condena emitida por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Bucaramanga y ratificada por el Tribunal Superior de la misma ciudad, desestimando los argumentos de la defensa en el recurso extraordinario de casación.

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