¿”Alto al fuego” o “alto el fuego”? Diferencia y validez de las expresiones, según la RAE
Con el paso de la tregua entre Israel y Líbano, es común encontrar ambas frases en determinados contextos.
La Real Academia Española (RAE), como cualquier institución que estudia un lenguaje, no se encarga de establecer manuales sobre lo correcto o incorrecto del habla, sino de recopilar expresiones utilizadas por un masivo conjunto de personas que interactúan.
El Diccionario de la Lengua Española (DLE) establece que el español cuenta actualmente con más de 93.000 palabras y 19.000 americanismos que se esparcen entre hispanohablantes. Dependiendo de aspectos como el nivel de educación, en una conversación normalmente se usan solamente entre 300 y 500 palabras.
Con un catálogo tan amplio de expresiones, es común que algunos vocablos hayan variado en su escritura a lo largo de los años, lo que en la mayoría de casos no implica un cambio en su significado, sino solamente en la manera en la que se ven reflejados en un texto.
Un conjunto de ejemplos clave es el de palabras que en algún momento comenzaron con el grupo consonántico —o sea, la combinación de dos o más consonantes— pn, que actualmente se escriben solo con la letra n, como neumático, neumología o neumonía. La única excepción conocida es la de pneuma.
¿Se escribe “alto al fuego” o “alto el fuego”?
La llegada de una tregua militar entre Israel y Líbano, y los aparentes acercamientos para un cese al fuego en Gaza y otros acuerdos —como la liberación de rehenes—, se han esparcido algunas expresiones o frases que podrían utilizarse para explicar lo que sucede.
Una de ellas, quizá la principal, es “alto al fuego”, que en algunos medios, principalmente en España, se escribe como “alto el fuego” para expresar un significado equivalente. Siendo así, ¿cuál es la forma que podría considerarse más recomendada?
La Fundación para el Español Urgente (FundéuRAE), una alianza entre la RAE, la agencia EFE y BBVA para resolver dudas lingüísticas, expresa que ambas maneras son válidas “para referirse a la suspensión de las acciones militares en una contienda”.
En ese sentido, podrían considerarse las formas incluso para hablar sobre el conflicto armado colombiano y el cese unilateral propuesto por la guerrilla del ELN para las fechas del fin de año de 2024, en el sentido de indicar que el grupo armado optó por un alto al fuego momentáneo.
De acuerdo con el Diccionario Panhispánico de Dudas, que trata de desenredar algunos dilemas del lenguaje según los planteamientos de la Asociación de Academias de la Lengua (Asale) hay dos características que pueden tenerse en cuenta para distinguir las expresiones:
- La expresión alto el fuego puede emplearse como una orden o petición de que se deje de disparar, como el imperativo castrense “¡Alto el fuego!”, siendo una locución nominal, es decir, una combinación de palabras que funciona como un sustantivo.
- Alto al fuego, por su parte, se usa en gran parte de América y con menos frecuencia —”ocasionalmente”, se lee de forma textual en el texto— en España, aunque en ambos hemisferios puede considerarse adecuada.
En cuanto al plural, la RAE recomienda utilizar “los alto al fuego” o “los alto el fuego”, sin agregarle la letra s a la expresión alto. Fundéu aclara, además, que un alto al (o el) fuego no es lo mismo que un armisticio, que es un cese total de hostilidades.