¿Cómo se divide y funciona el sistema de estratificación en Colombia?
Además conozca para que sirve este sistema de clasificación social en el país.
Imagen de referencia de Getty Images. / SamirGarcia
La estratificación socioeconómica en Colombia es un sistema que clasifica las viviendas residenciales en diferentes categorías, denominadas estratos, con el propósito de asignar tarifas diferenciadas en los servicios públicos domiciliarios.
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Este mecanismo busca promover la equidad y la solidaridad, permitiendo que los hogares con mayor capacidad económica contribuyan más, mientras que aquellos con menores ingresos reciban subsidios que faciliten el acceso a servicios básicos.
Hasta 1990, la clasificación de los usuarios de servicios públicos en Colombia era realizada de manera independiente por cada empresa prestadora, utilizando criterios y metodologías propias.
¿Cómo se divide la estratificación en Colombia?
El sistema de estratificación en Colombia clasifica las viviendas residenciales en seis estratos socioeconómicos, numerados del 1 al 6:
- Estrato 1 (Bajo-bajo): Corresponde a las viviendas de menor capacidad económica.
- Estrato 2 (Bajo): Incluye hogares con ingresos bajos, pero superiores al estrato 1.
- Estrato 3 (Medio-bajo): Agrupa a familias de ingresos medios-bajos.
- Estrato 4 (Medio): Comprende viviendas de ingresos medios.
- Estrato 5 (Medio-alto): Incluye hogares con ingresos medio-altos.
- Estrato 6 (Alto): Corresponde a las viviendas de mayor capacidad económica.
Esta clasificación se basa en características físicas de las viviendas y su entorno, como materiales de construcción, acceso a servicios públicos, ubicación y condiciones del barrio. La metodología para determinar el estrato de una vivienda es establecida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y es aplicada por las alcaldías municipales y distritales.
¿Para qué sirve la estratificación socioeconómica?
La principal función de la estratificación socioeconómica es asignar tarifas diferenciales en los servicios públicos domiciliarios, como agua, energía eléctrica y gas, permitiendo la aplicación de subsidios para los estratos más bajos y de contribuciones adicionales para los estratos más altos. Este mecanismo busca promover la equidad y la solidaridad, permitiendo que los hogares con mayor capacidad económica contribuyan más, mientras que aquellos con menores ingresos reciban subsidios que faciliten el acceso a servicios básicos.
Además, la estratificación tiene otras aplicaciones, como:
Planeación de la inversión pública: Identifica geográficamente sectores con distintas características socioeconómicas, lo que permite orientar la inversión en infraestructura y servicios hacia las zonas que más lo requieren.
Programas sociales: Facilita la implementación de programas de expansión y mejoramiento de infraestructura de servicios públicos, vías, salud, saneamiento, educación y recreación en las áreas más necesitadas.
Impuesto predial: Permite establecer tarifas diferenciadas del impuesto predial según el estrato, contribuyendo a una distribución más equitativa de la carga tributaria.
Ordenamiento territorial: Ayuda en la planificación y desarrollo urbano, promoviendo un crecimiento ordenado y equilibrado de las ciudades y municipios.
Es importante destacar que, aunque la estratificación socioeconómica ha sido una herramienta útil para la focalización de subsidios y la promoción de la equidad en el acceso a servicios públicos, también ha sido objeto de críticas.
Algunos expertos señalan que este sistema puede perpetuar la segregación social y limitar la movilidad económica, al asociar a las personas con un estrato específico basado en su lugar de residencia. Por esto, se han propuesto reformas y alternativas que permitan una focalización más precisa y efectiva de los subsidios, considerando variables adicionales como el ingreso y las condiciones particulares de los hogares.
