Al Oído: Los diálogos no solo se deben suspender con el ELN, se deben acabar
El presidente Petro debe comprometerse realmente con los firmantes de paz, ellos que sí están cumpliéndole a la paz.
El 2025 arrancó marcado por la exacerbación de violencia contra firmantes de paz, ¿qué garantías les darán a los firmantes de paz?.
Al oído de los ecos de violencia que resuenan en el país especialmente en lo que se vive en el Catatumbo, en el Norte de Santander y en el Cauca.
En las últimas horas 35 asesinados de los cuales 5 eran firmantes de paz y ojo, al oído puedo confirmarles que en el Cauca, hacia las 11 de la noche también asesinaron a un firmante de paz, el cual había sido secuestrado el sábado pasado. Es decir, son 6 los firmantes de paz asesinados. Todo esto sucedió justo antes de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que busca hacer seguimiento a la implementación de lo acordado en la que, recuerdo, hay un firmante del acuerdo de paz participando y que, sin duda, contará la realidad en demoras de implementación.
A hoy, son 454 firmantes de paz asesinados. Cada firmante asesinado es la respuesta del fracaso de la política de paz del presidente y de su compromiso con los firmantes que, por cierto, a hoy, no les han pagado la renta básica.
La fotografía del día, sin duda, es la decisión del presidente Gustavo Petro de suspender los diálogos de paz, la cual es acertada y es una decisión que, debe saber el presidente, los colombianos apoyamos y respaldamos, aunque creemos que no sólo debe ser suspendida, se debe levantar y todo el peso de nuestras fuerzas les debe caer, se les debe enfrentar como los grandes traidores de la paz que son, que se han burlado de la ilusión de paz del país.
El ELN, ni ahora ni nunca, ha tenido voluntad de paz, son 43 años de negociaciones en las que el resultado es siempre el mismo. Al tiempo, el presidente debería declarar crisis humanitaria y de orden público en el Norte de Santander y el Cauca.
El resultado de lo que se vive en el país será desolador, no solo para la integridad física de la población, sino también afectará la escala del desarrollo en cuanto a lo económico y su tejido social.
El panorama es confuso y preocupante, no tenemos una política de seguridad efectiva. Mientras la impunidad siga, la violencia se va a repetir.
Hoy deberían olvidarse esas diferencias ideológicas y como ciudadanos, llenar las calles como mensaje claro al ELN de que no vamos a permitir más violencia. Seguridad y orden es lo que le hace falta a esta patria.
No era paz total, era caos total. Sin orden, sin agendas claras y sin una ruta, es imposible que se vieran avances en negociaciones. Al final nuestras fuerzas están disminuidas, la moral de nuestros héroes por el piso y la ciudadanía arrinconada con miedo... y apenas es enero.
