Estado de emergencia en el oriente del Cauca por ceniza volcánica
La emisión de ceniza de la cadena volcánica Los Coconucos afectó a más de 17.000 habitantes en el acceso a agua potable y salud.
Como consecuencia de la actividad volcánica de la cadena Los Coconucos, incluyendo la emisión de ceniza del volcán Curinquinga, las comunidades ancestrales del oriente del Cauca se declararon en estado de emergencia.
Entre las afectaciones se cuentan la pérdida de más de 35 mil litros de leche y 20 mil bultos de papa, además de la pérdida total de la actividad ganadera, así como de pasturas y forrajes.
También se reportaron daños significativos en la producción de fresa y trucha arcoíris, un panorama que impacta directamente a más de seis mil comuneros.
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Willintón Tote, gobernador del resguardo KokonuKo, ante esta situación, aseveró: “Nos declaramos en estado de emergencia territorial, ambiental, económica y social por perjuicio natural”.
Asimismo, recalcó que el desolador panorama “hace necesario que el Estado, a través de la Agencia Nacional de Tierras, adquiera espacios territoriales para sanear y ampliar el territorio fuera del municipio o del departamento, para que, en caso de una emergencia mayor, haya un plan claro de reubicación de las comunidades afectadas”.
Entre tanto, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo afirmó que son 17 mil los habitantes del municipio de Puracé que se encuentran afectados en el acceso al agua potable y en los servicios de salud y agropecuarios.
Hay otros municipios que padecen condiciones similares. De acuerdo con el alcalde de Sotará, Jaime Martínez, la problemática es bastante grave en otras localidades con consecuencias devastadoras.
“El sector productivo de mi municipio fue ampliamente afectado; bastas hectáreas quedaron completamente cubiertas por la ceniza. Esperamos que nuestra localidad también sea tenida en cuenta en las soluciones e intervenciones de las autoridades”, manifestó Martínez.
La emisión de ceniza del volcán también genera riesgos para la salud de los adultos mayores con enfermedades de base y de los niños con antecedentes médicos respiratorios.
Mientras tanto, en localidades como Popayán, que se vieron perjudicadas por la ceniza, ya se ha retornado a las clases. La alerta del volcán sigue siendo amarilla.