Hospitales en el Catatumbo enfrentan amenazas al personal médico
A pesar del conflicto en el Catatumbo, el Ministerio de Salud asegura que prestará la atención médica necesaria y la protección a la misión sanitaria.
Referencia hospitales- Getty Images
El Ministerio de Salud y Protección Social adelanta medidas para garantizar la atención médica en el Catatumbo, Norte de Santander, en medio del conflicto armado que enfrenta al ELN y a disidencias de las Farc desde el pasado 16 de enero. La violencia ha causado múltiples víctimas y un desplazamiento masivo de cerca de 40.000 personas.
“La misión médica representa un acto de humanidad que debe ser respetado por todas las partes involucradas, sin excepción. Garantizar la seguridad de los profesionales de la salud, los pacientes, las instalaciones y los vehículos asistenciales es un imperativo ético y legal”, afirmó el ministro de Salud, Dr. Guillermo Alfonso Jaramillo.
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A pesar de las amenazas y las condiciones adversas, el Ministerio ha implementado acciones urgentes para responder a la emergencia, entre ellas:
- Monitoreo de la red hospitalaria y coordinación con actores del sistema de salud.
- Capacitación especializada para personal sanitario.
- Atención psicosocial para las comunidades afectadas.
- Habilitación de servicios especializados en hospitales de primer nivel.
- Coordinación con EPS para atender a pacientes desplazados con enfermedades crónicas.
Los hospitales locales enfrentan dificultades severas, incluyendo amenazas al personal médico y el riesgo de renuncias masivas por la inseguridad. En coordinación con el CRUE departamental y autoridades locales, el Ministerio trabaja para garantizar el acceso a la salud y proteger los derechos humanos.
“El respeto por los principios del Derecho Internacional Humanitario es crucial para garantizar que la misión médica pueda operar sin temor ni restricciones”, reiteró el ministro Jaramillo.
Finalmente, el Ministerio rechazó enérgicamente las agresiones contra la misión médica e hizo un llamado a los grupos armados a cesar las hostilidades y permitir que los profesionales de la salud ejerzan su labor en condiciones de seguridad.
