La crisis en Catatumbo por la violencia del ELN deja ya más de cuarenta mil desplazamientos forzados
El número de homicidios, por su parte, aún es indeterminado, pues las autoridades manejan cifras que van desde los 38 hasta los ochenta.
Cúcuta. Enero 22 de 2025. Cientos de desplazados continúan llegando al Estadio General Santander en busca de ayuda y refugio frente a la violencia en el Catatumbo. (Colprensa - Catalina Olaya)
Tras una semana de escalada violenta por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, donde la guerrilla busca arremeter contra una facción disidente de las extintas Farc, los saldos siguen siendo lamentable.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, la cifra de personas desplazadas forzosamente llegó a 40.282, lo que significa que, en promedio, por día cerca de cuatro mil personas se asientan en distintos territorios de Norte de Santander buscando refugio y respuesta estatal.
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La cartera de seguridad expuso el dato en la tarde del 23 de enero, menos de veinticuatro horas después de que la Defensoría del Pueblo, citando al Comité Territorial de Justicia Transicional Ampliado de Norte de Santander, cifrara los desplazamientos en 36.139.
El número de la Defensoría significaba un incremento de más de cuatro mil personas solo el 22 de enero, un día después de que la misma entidad contara 32 mil personas buscando acogida principalmente en Cúcuta, Ocaña y Tibú.
Según MinDefensa, las personas desplazadas han arribado a veinte municipios de Norte de Santander. El municipio al que menos han llegado es Chitagá, con apenas dos, y el que más ha recibido la migración forzosa es Cúcuta, con 16.663, seguido de Ocaña, con 10.719.
A la capital norsantandereana y a Ocaña le siguen Tibú, con 10.482, y San Calixto, con 782. “Muchas personas, entre ellas firmantes de paz y líderes e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas”, señaló la Defensoría
El órgano de derechos humanos alertó que “en todos los municipios afectados” por la arremetida violenta del ELN en Catatumbo existen “riesgos de confinamiento”. No obstante, las autoridades han adelantado 548 evacuaciones, en vuelos humanitarios y en militares.
Seis firmantes de paz han sido asesinados en medio de la arremetida elena. Quince más, aseguró la cartera de defensa, permanecen desaparecidos —aunque dos han sido liberados, según la Defensoría— y otros veinticinco han sido evacuados.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, reporta ochenta asesinatos. La Defensoría ha podido verificar, gracias a “información de diferentes espacios de articulación”, al menos sesenta, y MinDefensa apenas cuenta 38.
Las cuentas del ministerio liderado por Iván Velásquez muestran una mayor cantidad de homicidios en Tibú, con dieciocho, y en segundo lugar en Teorama, con catorce; El Tarra, con cuatro, y San Calixto y Hacarí, con un asesinato en cada territorio.
De la cifra de personas fallecidas, el Instituto de Medicina Legal ha identificado 41 cuerpos, de los que ha entregado 34 a sus familias. Además, 631 integrantes de las comunidades indígenas Yukpa se han desplazado a San Pablo, Tibú y Cúcuta.
El resguardo Catalaura recibe personas desplazadas. Las autoridades lograron entregar 1,5 toneladas de alimentos al resguardo, del pueblo Barí, que, según la Unidad para las Víctimas, ha recibido 216 personas del resguardo Bacuboquira.
Según el Ministerio de Defensa, la Gobernación de Norte de Santander ha aportado 53,3 toneladas de ayuda humanitaria; la Unidad para las Víctimas, sesenta, y el Insituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), dos, para un total de 115,3 toneladas.
El presidente Gustavo Petro, por su parte, comentó sobre las diez de la noche del jueves que el Gobierno nacional “ha entregado 330 toneladas de alimentos”. La Unidad para las Víctimas dijo el 22 de enero que unas dieciséis mil personas han sido atendidas con los apoyos.
Las autoridades militares hacen presencia en todo el Catatumbo, incluso con artillería, y llevan la orden del Gobierno nacional de avanzar en una ofensiva contra el ELN para retomar el control del territorio, en disputa por ser epicentro de la hoja de coca en la frontera.
Según el Ejército, el fortalecimiento de las capacidades militares en la zona, que incluye Fuerzas Especiales y componentes especializados, ha llevado a 35 miembros de la disidencia frente 33 ‘Mariscal Antonio José de Sucre’ a entregarse a las autoridades.
