Internacional

El número de controladores en el momento del choque en Washington “no era normal”, según informe

La información es preliminar, pero acerca a las autoridades estadounidenses al conocimiento de las causas del siniestro sobre el río Potomac, donde siguen las operaciones de rescate a falta de catorce cuerpos.

Washington (Estados Unidos), 30/01/2025.- Un vuelo de American Eagle despega del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington frente a los restos de un avión comercial que colisionó con un helicóptero militar.

Washington (Estados Unidos), 30/01/2025.- Un vuelo de American Eagle despega del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington frente a los restos de un avión comercial que colisionó con un helicóptero militar. / JIM LO SCALZO (EFE)

Un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) apunta que la dotación de personal dedicado al control aéreo “no era normal para la hora del día y el volumen de tráfico” en el momento del accidente aéreo en Washington la noche del 29 de enero.

Medios estadounidenses que han tenido acceso a ese informe dicen que el escaso número de trabajadores hizo que una persona tuviera que hacerse cargo de dos tareas a la vez: el control aéreo tanto del tráfico de aviones y de los helicópteros que sobrevuelan la capital de los Estados Unidos.

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La situación ha puesto de manifiesto la escasez crónica de personal y las pobres condiciones de trabajo de los controladores aéreos en EE. UU., una situación que varios expertos y los propios trabajadores han denunciado desde hace años.

Un estudio de agosto de 2023 del New York Times ya alertaba de que muchos controladores se veían forzados a hacer jornadas de diez horas durante seis días a la semana. La investigación hizo mejorar la situación, pero no sería todavía suficiente: de las treinta plazas necesarias para el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, de Washington (DCA), apenas veinticinco están cubiertas.

La situación es especialmente alarmante por las características del espacio aéreo de la capital estadounidenses, muy reducido y con un tráfico aéreo muy elevado entre los aviones comerciales y el dispositivo de seguridad que sobrevuela Washington, que se calcula que llega a más de cien helicópteros al día.

Según The Washington Post, las advertencias de seguridad y los escenarios de incidentes son frecuentes en el cielo de Washington. El día antes del accidente “se tuvo que abortar un aterrizaje en el (aeropuerto) nacional (Ronald Reagan) para evitar una colisión con un helicóptero”.

El siniestro del miércoles ocurrió cuando un helicóptero militar, con tres personas a bordo, y un avión comercial Bombardier CRJ700 de American Eagle (filial regional de American Airlines), con sesenta pasajeros y cuatro tripulantes, colisionaron sobre las 20:48 hora local en el momento de la aproximación de este último al aeropuerto de Washington.

Los miembros del operativo de rescate desplegado tras el accidente aéreo aún buscan a catorce personas desaparecidas, tras rescatar decenas de cuerpos de las frías aguas del río Potomac, donde cayeron las aeronaves.

Las autoridades descartan que haya supervivientes del accidente aéreo, que es ya el más mortífero en Estados Unidos desde 2001.

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