Chappell Roan le exige a la industria musical dignidad con artistas emergentes, tras ganar el Grammy
La estadounidense ganó el gramófono a Mejor Artista Emergente, y aprovechó la ocasión para llamar la atención de las productoras y discográfricas.
El fenómeno estadounidense Chappell Roan se coronó este domingo como la mejor artista nueva de la 67º edición de los Grammy y exigió a las discográficas salario y condiciones dignas de trabajo para los artistas emergentes.
“Me prometí a mí misma que si alguna vez ganaba un Grammy y me ponía aquí delante de las personas más poderosas de la música, exigiría que las discográficas y la industria, que se lucran con millones de dólares de los artistas, ofrecieran un salario digno en sanidad especialmente a los artistas en desarrollo”, dijo Roan, de 26 años, en el escenario.
La cantante de ‘Good Luck, babe!’ explicó que ella misma ha sufrido de las precarias condiciones que las empresas ofrecen a los músicos emergentes cuando fue despedida de la discográfica para la que trabajó desde que era menor de edad: “Me sentí traicionada por el sistema”, afirmó.
“Cuando me despidieron, no tenía ninguna experiencia laboral y, como a la mayoría de la gente, me costó encontrar trabajo en la pandemia y no podía permitirme un seguro médico (...) Las discográficas deben tratar a sus artistas como empleados valiosos, con un salario digno, seguro médico y protección”, concluyó.
Roan competía por el galardón a artista emergente, uno de los cuatro más importantes de la noche, contra Sabrina Carpenter, Doechii, Teddy Swims, Shaboozey, Benson Boone, RAYE y Khruangbin.
Chapelle Roan, nombre artístico de Kayleigh Amstutz (Willard, Missouri, 1998), firmó su primer contrato discográfico en 2017, con 19 años, basado en el single ‘Die young’, que había subido previamente a Youtube.
Pero el tema que la catapultó a la fama fue ‘Pink Pony Club’, en 2023, mismo año en el que publicó su primer álbum, ‘The Rise And Fall Of A Midwest Princess’, que tardó en cuajar, pero que se convirtió en un éxito en el Festival de Coachella de California del año pasado, donde pronunció la frase “soy la artista favorita de tu artista favorito”.
La cantante ha destacado también por su irreverencia frente a los medios de comunicación, se ha convertido en un icono de la comunidad LGTBI, a la que pertenece, y ha hablado en sus canciones abiertamente de la sexualidad femenina.