Aprueban plan de manejo ambiental para proteger y ordenar el desierto de la Tatacoa
La CAM actualizó el Plan de Manejo Ambiental del Desierto de la Tatacoa, ordenando su conservación y uso sostenible para equilibrar la biodiversidad, el turismo y el bienestar de las comunidades locales.
En un paso clave para la conservación de una de las áreas más emblemáticas del Huila, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) anunció la aprobación de la actualización del Plan de Manejo Ambiental del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) La Tatacoa.
Esta zona protegida, ubicada en los municipios de Villavieja y Baraya, abarca 35.121 hectáreas y es reconocida por su importancia ecológica, geológica, paleontológica y cultural.
La Tatacoa no solo atrae a visitantes por sus paisajes de bosque seco tropical y áreas semidesérticas, sino que también sostiene el desarrollo productivo y turístico de comunidades locales.
Según el Director General de la CAM, Camilo Augusto Agudelo Perdomo, el nuevo Plan de Manejo Ambiental se enfoca en tres ejes principales: “El primero es la protección del bosque seco tropical y la biodiversidad asociada; el segundo, la generación de estrategias para la protección y aprovechamiento sostenible del patrimonio geológico, paleontológico, arqueológico e histórico; y un tercer eje estratégico está relacionado con el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, en coherencia con las condiciones sociales, económicas y culturales de sus pobladores”.
El documento establece una zonificación renovada que define áreas de preservación, restauración y uso sostenible, además de una zona para actividades de alta densidad de recreación y turismo. Con esto, se busca ordenar las dinámicas productivas y turísticas, garantizando la conservación de los servicios ecosistémicos y el desarrollo económico en la región.
“Hay un capítulo que es la zonificación ambiental”, precisó Agudelo Perdomo. “Allí se considera cómo se distribuye el desierto, cuáles son las áreas de mayor relevancia ambiental, cuáles son aptas para actividades agrícolas o turísticas y bajo qué parámetros se pueden desarrollar”.
Uno de los aspectos centrales de la actualización es la formalización de las actividades comerciales y turísticas dentro del área protegida. Se estableció un régimen de transición de tres años para que propietarios y prestadores de servicios se pongan al día con permisos y requisitos ambientales.
“Ese proceso de formalización es esencial para garantizar que todas las actividades que allí se realizan tengan un fuerte componente de sostenibilidad”, enfatizó el Director de la CAM.
El Plan de Manejo Ambiental también define cuatro objetivos de conservación: mantener en buen estado el bosque seco tropical y la vegetación xerofítica, proteger las fuentes hídricas de la región, salvaguardar el patrimonio geológico y cultural, y garantizar el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Este último punto se traduce en prácticas agropecuarias responsables y en un turismo de naturaleza que genere ingresos para las familias locales sin poner en riesgo el entorno.
Durante la fase de construcción del plan, se realizaron cerca de 40 jornadas de participación con actores sociales, instituciones y entidades territoriales. Esto permitió ajustar la propuesta de ordenamiento y asegurar que la comunidad reconociera su papel protagónico en la conservación del desierto, así como en la generación de una oferta turística controlada y en armonía con el ecosistema.
Finalmente, las autoridades ambientales reiteran que esta actualización del Plan de Manejo no busca desplazar a los habitantes ni prohibir actividades productivas, sino orientar el aprovechamiento del territorio de manera sostenible.