China responde a las medidas de Trump con aranceles sobre hidrocarburos y vehículos estadounidenses
Washington decidió comenzar una guerra arancelaria con la que ya llegó a treguas con Canadá y México, mientras que el gigante asiático contestó con imposiciones similares.
China replicó el martes, 4 de febrero, a los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, a sus importaciones, con medidas similares contra los hidrocarburos, los vehículos y la maquinaria agrícola de Estados Unidos, en el inicio de una nueva guerra comercial entre las dos principales economías mundiales.
El gigante asiático también presentó un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio “para defender sus legítimos derechos e intereses” frente a la imposición en Estados Unidos de aranceles sobre los productos chinos.
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La represalia de Pekín se dio a conocer minutos después de que entraran en vigor los gravámenes aduaneros del 10% adicional impuesto por Trump a las importaciones de productos chinos.
Trump también había anunciado aranceles contra Canadá y México, en este caso del 25%, pero suspendió su implementación por treinta días a cambio del refuerzo de la vigilancia y la seguridad en sus fronteras para combatir el tráfico de fentanilo.
En un comunicado del Ministerio de Finanzas, China anunció aranceles del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado de Estados Unidos, y del 10% sobre el crudo, la maquinaria agrícola, los vehículos de gran cilindrada y las camionetas.
La medida es una respuesta al “aumento unilateral de aranceles” por parte de Estados Unidos, indicó.
Según Pekín, la decisión de Trump “viola seriamente las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), no hace nada para resolver sus problemas y perturba la cooperación económica y comercial normal entre China y Estados Unidos”.
Por ello, el Ministerio de Comercio presentó un reclamo ante la OMC considerando que las determinaciones tomadas por Washington eran “de naturaleza malintencionada”.
Además de la respuesta arancelaria, las autoridades chinas anunciaron una investigación contra el gigante estadounidense Google por vulnerar las leyes antimonopolio y por la inclusión del grupo de moda PVH (propietario de Tommy Hilfiger y Calvin Klein) y del gigante de la biotecnología Illumina en una lista de “entidades no fiables”.
Por último, Pekín también develó nuevos controles en la exportación de metales y químicos raros como el tungsteno, el telurio, el bismuto o el molibdeno, usados en múltiples industrias.
Tregua con México y Canadá
Trump justificó los nuevos aranceles contra los tres principales socios de Estados Unidos como un castigo por no hacer suficiente para contener el flujo ilegal de migrantes y drogas al territorio estadounidense.
Sin embargo, el republicano cerró acuerdos de última hora con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para incrementar la vigilancia fronteriza y suspender durante treinta días la implementación de los nuevos gravámenes.
En ese sentido, el presidente estadounidense dijo que prevé llamar a su par chino, Xi Jinping, en las próximas veinticuatro horas para negociar un pacto similar.
Las autoridades estadounidenses señalan a China como responsable de la entrada al país del fentanilo, un opio sintético cincuenta veces más potente que la heroína responsable de unos 75.000 decesos anuales por sobredosis en el país.
Según sus servicios de inteligencia, China envía sus componentes químicos a México, donde los carteles los transforman en fentanilo y los colocan en el mercado estadounidense.
El magnate republicano sostiene que el Partido Comunista en el poder ha “subvencionado a las empresas químicas chinas para que exporten fentanilo”. Y sobre México, acusó al Gobierno de tener “una alianza” y proporcionar “refugios seguros” a los cárteles de droga.
Sin embargo, las medidas contra el país vecino quedaron de momento suspendidas después de una conversación “muy amistosa” con su homóloga mexicana.
Sheinbaum anunció que “México reforzará la frontera norte con diez mil elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata para evitar el tráfico de drogas”, en particular de fentanilo.
Washington, por su parte, se esforzará —dijo— por “evitar el tráfico de armas”, una exigencia de hace tiempo que llevó al Gobierno mexicano a demandar a los fabricantes de armamento en Estados Unidos.
En el caso de Canadá, Trudeau anunció el despliegue de casi diez mil efectivos en la protección de la frontera, la inclusión de los cárteles en la lista de organizaciones terroristas y el nombramiento de un zar del fentanilo.