La nueva confesión del exrepresentante Roberto Herrera: tres excongresistas en problemas
En el marco de la acusación al exrepresentante Orlando Clavijo por presunta corrupción, se conocieron detalles de las graves acusaciones del exrepresentante magdalenense, Roberto Herrera, condenado por corrupción y testigo principal del caso.
El exrepresentante a la Cámara por el Magdalena, José Roberto Herrera, se hizo conocido no por sus labores como legislador en favor de ese necesitado departamento, sino por ser condenado por la Corte Suprema de Justicia por ser el líder de una organización criminal que se dedicó a comprar cupos indicativos para cometer corrupción en obras en Magdalena y Bolívar amangualado con contratistas (de quienes no se supo qué pasó con sus investigaciones en la Fiscalía) cobrando coimas por la gestión de los recursos.
Herrera fue condenado a ocho años de cárcel efectiva, y se convirtió en el “testigo estrella” que, con su colaboración con la justicia, produjo que el exrepresentante y ex superintendente Orlando Clavijo Clavijo, sea llamado a juicio por presuntamente acordar con él un soborno de 600 millones de pesos a cambio de que Clavijo le cediera un cupo indicativo que tenía disponible por $6.000 millones de pesos, para usarlo en una “obra” en el Magdalena.
Pero se acaba de conocer que el único excongresista en problemas por este caso no es Orlando Clavijo Clavijo. W Radio conoció el auto de la Sala de Instrucción, de 198 páginas, en el que se estableció que Herrera aseguró en su colaboración con la justicia, que en el marco del acuerdo “criminal” al que habría llegado con Clavijo, tuvo que consignar dineros, por instrucción de Clavijo, a los excongresistas Gerardo Tamayo Tamayo (Partido de la U), Carlos Uriel Naranjo (Partido Conservador), como efectivamente lo hizo, y Carlos Julio Bonilla Soto (Partido Liberal).
Estos exintegrantes de la Cámara también integraban las comisiones económicas para aquel 2012 en donde se habría consumado el delito y al parecer eran beneficiados con “cupos indicativos” por parte del Gobierno; recibieron sendas consignaciones Gerardo Tamayo (por medio de un allegado) y Carlos Uriel Naranjo directamente, por parte del exrepresentante José Roberto Herrera, lo cual resultó ser cierto al verificar las cuentas y al contrastar, no lograron justificar por qué aparecían esos dineros pagados puesto que no aludieron deuda alguna con Orlando Clavijo, o con Herrera, o algo por el estilo.
El allegado en el caso del exrepresentante Tamayo es César Julio Duarte Celis, quien no logró justificar la consignación de 10 millones de pesos en su cuenta pero reconoció que había una deuda entre él y Tamayo. Incluso trató de argumentarle a la Corte que ese nivel de recursos que aparecen en los extractos le habían sido prestados por su hija Mónica Alexandra Duarte, la cual propiamente lo desmintió en la Corte.
Ahondando en ese punto, Mónica Alexandra Duarte, aseguró que no tuvo domicilio en Barranquilla (lugar desde donde Herrera hizo las consignaciones y lo probó) y mucho menos le prestó cantidades superiores a los 9 millones de pesos a su padre, el consignado César Julio Duarte. Si al caso, le ayudó con avances de su tarjeta de crédito que no superaron $1.600.000.
Según lo narrado por el exrepresentante Herrera, el acuerdo ilegal con el exrepresentante Orlando Clavijo, que ahora salpica a estos excongresistas mencionados previamente, se consumó de la siguiente manera: consistió en la entrega de 300 millones de pesos a Clavijo como anticipo (entregados en efectivo en las instalaciones del congreso), y luego de la cesión del cupo indicativo en el ministerio de Hacienda con un “enlace” que supuestamente tenía Clavijo y la viabilización de los recursos en 2013, el restante 50%.
Esto, asegura Herrera se finiquitó incluyendo las consignaciones a Tamayo, Carlos Uriel Naranjo y Carlos Julio Bonilla Soto (aunque de este último aportó un número de cuenta que correspondía era a un miembro de su propia UTL), a solicitud de Orlando Clavijo Clavijo.
Según lo testificado por el testigo Herrera y los comprobantes entregados y trazados por la Corte, sí hubo consignaciones de: 10 millones de pesos a la persona cercana a Tamayo (Duarte Celis), y 30 millones de pesos a una de las cuentas directas de Carlos Uriel Naranjo, del Banco BBVA.
Incluso, tras los dichos del representante José Roberto Herrera, la Sala de Instrucción verificó y corroboró que por ejemplo, el representante Orlando Clavijo y el representante Gerardo Tamayo Tamayo estuvieron casualmente el mismo día y la misma hora en el piso tercero del ministerio de Hacienda el 9 de octubre, fecha en la que luego del presunto desembolso, procedía la notificación al “enlace” de Clavijo en esa cartera, para que variara el cupo indicativo otorgado de $6.000 a $7.000 millones de Cundinamarca al Magdalena (el territorio interés de Herrera).
“Concretamente, alude la Corporación a la (visita) efectuada por el exrepresentante a la camara Gerardo Tamayo Tamayo a .las 3:02:12 p.m., es decir, con una diferencia de un minuto y un segundo a la realizada por el procesado a esa oficina. En tanto, esta se presentó a las 3:03:13 p.m., Io que permite deducir, en el contexto de lo atestiguado por Herrera Díaz, que concurrieron juntos a esa dependencia, contrario a lo sostenido al unísono por ambos en esta actuación, en el sentido que su relación lo fue única o exclusivamente de colegas, sin nexo alguno de índole personal” expuso la Sala.
Adicionalmente, la Corte Suprema de Justicia, evidenció que el testigo, quien refirió las circunstancias y detalles de los pagos desde ciudades como Barranquilla (detalles que se acompasan con los extractos y recibos de consignación) contaba con la liquidez para hacer la consignación de 300 millones inicial a Orlando Clavijo. El propio testigo Herrera confesó que llegó al congreso a dedicarse a comprar cupos indicativos y amasó 11.000 millones de pesos a “punta” de coimas.
“La ambición de una persona inescrupulosa y delincuente que llega al Congreso de la República, no a trabajar en beneficio de la circunscripción electoral que lo eligió, sino a obtener un beneficio personal y económico” resumió con dureza la Sala de Instrucción.
Incluso, el exrepresentante del Magdalena le confesó a la Corte Suprema de Justicia que los dineros que consignó a Clavijo por cuenta de la “coima” para que le cediera el cupo indicativo, fueron producto de otros hechos de corrupción con obras, asuntos investigados por la Corte Suprema de Justicia y que derivaron en la condena a ocho años de cárcel que se le impuso.
Frente a los cupos indicativos que son entregados a los congresistas para que puedan gestionar obras en sus regiones, asunto que por ejemplo Carlos Uriel Naranjo aseguró desconocer, la Sala practicó los testimonios de diversos funcionarios de la época, como el expresidente Juan Manuel Santos y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
Este último, al ser interrogado por la Corte indicó que tiene conocimiento que esos cupos indicativos vienen funcionando desde el gobierno del expresidente Pastrana y, en coincidencia con el testigo Herrera, que aquellas partidas presupuestales se utilizaban para “comprar apoyos políticos en el congreso” dijo la Sala citando a Vargas Lleras, lo cual afirmó el exvicepresidente no es ilegal siempre y cuando no haya un acuerdo ilícito de por medio (algo que sí habría ocurrido en el caso de Orlando Clavijo y que salpica a los otros excongresistas).
LAS RESPUESTAS DE LOS SALPICADOS A LAS CONSIGNACIONES
Todas estas evidencias aportadas por el testigo José Roberto Herrera, su testimonio y las pruebas documentales en poder de la Corte, fueron desconocidas tanto por Orlando Clavijo (el llamado a juicio) así como Gerardo Tamayo Tamayo y Carlos Uriel Naranjo Vélez.
Negaron cualquier relación de amistad, negocios o de alguna otra denominación con el exrepresentante Orlando Clavijo Clavijo y en el mismo sentido se pronunciaron sobre el testigo en su contra José Roberto Herrera Díaz. Especialmente el excongresista Naranjo atestiguó que nunca tuvo “negocio” o “transacción” con Clavijo que implicara recursos y mucho menos con José Roberto Herrera, pero sin explicar por qué aparecía esa plata ahí.
Orlando Clavijo Clavijo aunque trató de justificar que supuestamente las dos consignaciones en sus cuentas por parte de José Roberto Herrera y por valor de $50 millones de pesos hacían parte era de un préstamo que le había pedido al ahora “testigo estrella” para pagar unas tarjetas de crédito vencidas, dichas aseveraciones no encontraron asidero puesto que Clavijo días después recibió $89 millones de pesos en su cuenta que superaban con creces la deuda que tenía con las tarjetas, por lo cual no requeriría el préstamo.
Pero al mismo tiempo, aunque Clavijo adujo no tener relación alguna con Herrera más allá de la labor en las comisiones económicas, las “reglas de la experiencia” llevan a pensar, para la Corte, que una persona con quien no se tiene relación alguna no va a prestar $50 millones de pesos sin más, añadiendo que la supuesta condición de “prestamista” del testigo Herrera fue desvirtuada, porque ninguno de los congresistas de las comisiones económicas de la época, dio fe de ello.
Las indagaciones sobre estos tres excongresistas, Gerardo Tamayo, Carlos Uriel Naranjo y Carlos Julio Bonilla Soto, avanzan en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia.