Nadie sabía que Diego Marín era contrabandista, me lo presentaron como empresario: Juan F. Petro

Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro, habló en los micrófonos de La W, con Julio Sánchez Cristo, sobre la visita que hizo, junto a César Augusto Valencia, al despacho del entonces director de la Dian y actual ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, para presuntamente pedir que les nombraran un recomendado como director seccional de Impuestos y Aduanas en Buenaventura.

Para iniciar, Juan Fernando Petro aseguró que “nosotros fuimos con César Valencia a esa reunión, pero yo no fui con una hoja de vida debajo del brazo sino porque días antes, todo el colectivo de Sintradian, me estaba buscando porque habían intentado acercarse al director de la Dian de ese momento para presentar un pliego de peticiones y querían que yo intermediaria”.

Asimismo, fue tajante al decir que sí conocía a César Valencia, “anduvimos un tiempo en la Comisión Interamericana, yo sabía que era abogado, especialista en derechos humanos y un miembro activo de la Comisión. Ahora, él sí me presentó a Diego Marín”.

Frente a esto último, especificó que cuando le presentaron a Diego Marín, no se conocía el alias ‘Papá Pitufo’ en ningún lado, “me lo presentaron como un empresario que trabajaba en la exportación, como otros empresarios comunes y corrientes. Sí lo conocía, sin tener conocimiento de nada”.

En esa línea, detalló que no se acuerda de la fecha en la que le presentaron a ‘Papá Pitufo’ porque “no fue importante” porque era la presentación de alguien “como cualquier persona que me presentan.

“Yo conocí a ese señor en un momento en que nadie sabía que era el famoso zar del contrabando y sí que menos que lo llamaban ‘Papá Pitufo’, sino que era un señor empresario que me presentó César Valencia porque se supone que Diego Marín era su padrino”, dijo.

¿Cómo conoció a César Valencia?

Sobre esto, comentó que lo conoció porque habían organizado unos comedores comunitarios con el arzobispo de Cali “y esa fue la razón por la cual más tarde entraría en la Comisión Latinoamérica de Derechos Humanos, pero ahora escucho que esos comedores eran utilizados por ciertos empresarios de Cali para infiltrar campañas y yo quedo con la boca abierta porque la idea inicial no era eso y no tenía conocimiento de eso”.

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