Negociadores de Israel se desplazan a Catar para discutir el alto al fuego en Gaza
La primera etapa de la tregua militar en el enclave —en el que Israel cortó el suministro eléctrico antes del viaje— terminó el primero de marzo, y aún queda definir las fases siguientes.

Palestinos caminan entre los escombros de sus casas destruidas durante el mes de Ramadán, en la ciudad de Beit Lahia, norte de la Franja de Gaza, 09 de marzo de 2025. / HAITHAM IMAD (EFE)
Una delegación israelí deberá llegar este lunes, 10 de marzo, a Catar para una nueva ronda de conversaciones dirigida a extender el frágil alto al fuego en Gaza, después de cortar el suministro eléctrico en el territorio palestino para presionar al movimiento islamista Hamás.
La primera fase de la tregua concluyó el primero de marzo sin un acuerdo para las fases siguientes, en las que debían asegurar el fin de la guerra, aunque no se han reanudado los combates a gran escala.
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Persisten grandes diferencias sobre los términos de una segunda fase de la tregua, que en general logró frenar la violencia desatada tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra Israel. Hamás reclama negociaciones inmediatas para la segunda fase, mientras Israel prefiere extender la fase inicial.
Israel frenó la entrega de ayuda a Gaza en medio del desacuerdo, y el domingo anunció el corte del suministro eléctrico para obligar a Hamás a liberar rehenes.
“Usaremos todas las herramientas a nuestra disposición para traer a los rehenes de vuelta y asegurar que Hamás ya no esté en Gaza al día siguiente” del fin de la guerra, declaró el ministro de Energía, Eli Cohen, tras ordenar el corte de electricidad.
La única línea de conexión entre Israel y Gaza alimenta la principal planta palestina de desalinización, y los gazatíes dependen ahora de paneles solares y generadores a combustible para obtener electricidad. Cientos de miles de palestinos viven en carpas en Gaza con temperaturas de hasta 12 °C por la noche.
El dirigente de Hamás Izzat al Rishq afirmó que la decisión israelí “de cortar la electricidad para Gaza, después de privarla de comida, medicamentos y agua”, es un “intento desesperado de presionar a nuestro pueblo y su resistencia”.
“Tregua de largo plazo”
Hamás ha insistido en que la segunda fase de la tregua, mediada por Catar, Egipto y Estados Unidos, incluya un amplio canje de rehenes por prisioneros, el retiro total israelí de Gaza, una tregua permanente y la reapertura de los cruces fronterizos.
El portavoz Hazem Qassem dijo a AFP que Hamás quiere que los mediadores aseguren que Israel “cumpla el acuerdo (...) y proceda con la segunda fase según lo acordado”.
Representantes de Hamás se reunieron el fin de semana con los mediadores en El Cairo. El enviado estadounidense Adam Boehler, quien recientemente sostuvo conversaciones directas con Hamás, afirmó el domingo que se podría alcanzar un acuerdo “en cuestión de semanas” para liberar a todos los rehenes.
De los 251 rehenes secuestrados por el movimiento palestino durante el ataque del 7 de octubre, 58 permanecen en Gaza.
Boehler declaró a CNN que una “tregua de largo plazo” estaría “muy cerca”, aunque posteriormente dijo al Canal 12 israelí que Washington apoyaría cualquier decisión israelí, incluso volver a la guerra.
“Mercados vacíos”
El presidente estadounidense, Donald Trump, planteó previamente expulsar a los palestinos de Gaza, lo que llevó a los países árabes a presentar un plan alternativo de reconstrucción del territorio sin desplazar a los pobladores.
La fase inicial de la tregua, iniciada el 19 de enero, redujo las hostilidades luego de más de quince meses de combates que desplazaron a la casi totalidad de los 2,4 millones de palestinos de Gaza. En el período fueron intercambiados veinticinco rehenes israelíes vivos y ocho fallecidos por 1.800 prisioneros palestinos retenidos en Israel.
La tregua también permitió el ingreso de alimentos y asistencia médica. Pero cuando Israel cortó el ingreso de la ayuda el 2 de marzo, expertos de la ONU la acusaron de usar el hambre como arma.
En un centro de distribución de harina en Jabalia, en el norte de Gaza, Abu Mahmoud Salman, de 56 años, lamentó que ahora “no hay nada disponible”. “Los mercados están vacíos; los precios, altos, y no tenemos ingresos. La situación en Gaza es difícil”, declaró a la AFP.
El ataque de Hamás de 2023 contra Israel dejó 1.218 muertes en el lado israelí, en su mayoría civiles. La represalia israelí ha cobrado la vida de al menos 48.458 personas en Gaza, en su mayoría civiles, según datos de ambos bandos.