Este miércoles, 12 de marzo, el experto en derecho electoral Alfonso Portela habló en los micrófonos de La W, con Julio Sánchez Cristo, sobre la propuesta hecha por el presidente Gustavo Petro de hacer una consulta popular para decidir sobre las reformas laboral y de salud.

“Una de las formas de zanjar las diferencias entre el Ejecutivo y el legislativo es la consulta popular, es consultarle al pueblo sobre temas de trascendencia", dijo en su primera intervención.

¿Cómo es el camino para que una consulta popular se haga efectiva?

Portela inició explicando que lo primero es que “el presidente de la República, con la firma de todos los ministros, envía al Senado de la República la petición para que se manifieste sobre la conveniencia de convocar a la ciudadanía a una consulta popular”.

Luego, dijo que “el Senado, con mayoría de los miembros, es decir, la mitad más uno de los presentes en el momento que se va a tomar la decisión, se manifiesta sobre si es conveniente la consulta o no.

Como tercer punto, dijo que si el Senado “la prueba, sencillamente dentro de los 8 días siguientes al concepto de este, el residente de la República convocará la votación de la consulta popular, que debe realizarse dentro de los 3 meses siguientes”.

¿Cuál sería el costo de la consulta popular?

El también exregistrador de la Nación dijo que en este caso “estamos hablando de más de 100.000 mesas”.

“Yo creería que (podría costar) por encima de los 500.000 millones de pesos, teniendo en cuenta un factor importante. El escrutinio de la tarjeta de consulta puede resultar un tanto complejo, en la medida en que el texto que se ponga a consideración de los ciudadanos sea extenso, entonces por cada pregunta va a haber un escrutinio,”.

“Aquí hay que hacer un montaje bien delicado, debe haber una pedagogía bastante amplia, no solo para los jurados de votación, sino también para las mismas comisiones escrutadoras, con el propósito de que el resultado de la consulta se haga de la manera adecuada”, dijo.

Agregó que el montaje no debe ser, además, solo desde “la parte Tecnológica, sino también de la parte pedagógica, debe ser muy significativo para que esto no vaya a tener tropiezos”.

¿Qué sería lo más difícil para hacer la consulta popular?

Portela fue enfático en decir que lo más complejo de hacer la consulta popular es “estructurar el texto”.

Lo anterior, porque “ahí hay unas condiciones particulares. Usted no puede poner a consideración, por decir algo, preguntarle a la ciudadanía, ‘¿está de acuerdo con que se apruebe la reforma laboral que se hundió en el Congreso de la República?‘. No se puede presentar así a los ciudadanos, pero tampoco se puede poner el articulado", explicó.

Según dijo, se trata de diseñar una serie de temas “de tal manera que no sean un texto jurídico”.

“Yo creo que la dificultad que va a tener el Gobierno es poder diseñar los textos para que no se conviertan en un ladrillo y sea un tema muy extenso que agote la ciudadanía”, explicó.

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