El sector audiovisual independiente en Colombia atraviesa una crisis que pone en riesgo su sostenibilidad y pluralidad.

Productores de pequeñas y medianas empresas denuncian que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) ha desmantelado las pocas oportunidades que tenían para participar en la producción de contenidos.

“La ley 1834 del 2017 dice que el objetivo es desarrollar, fomentar, incentivar y proteger las industrias creativas, pero sentimos que por ningún lado nos están protegiendo”, afirma la productora independiente Sonia Barrera.

La situación se ha agudizado con la reducción y eliminación de convocatorias clave. Programas como Crea Digital, única convocatoria para productores de animación y medios interactivos, fue cancelado en 2023 y tampoco se abrirá en 2024.

De igual forma, Abre Cámara, iniciativa fundamental para las mipymes audiovisuales, podría reducirse en un 53%, dejando en la incertidumbre a cientos de creadores. “Muchos productores de región ven en estas convocatorias su único medio de sostenimiento”, advierte Barrera.

Además, el mercado de coproducción, mecanismo que permitía a los productores independientes ser socios de canales como Señal Colombia y acceder a financiamiento para proyectos de alta calidad, fue suspendido, según Barrera, desde la llegada de Hollman Morris a la gerencia del canal.

“No quiso volver a abrirlo desde el año pasado, y eso nos deja sin una plataforma que garantiza contenidos diversos y con reconocimiento internacional”, denuncia la productora.

La falta de transparencia en los procesos también ha sido una queja recurrente. “Las convocatorias en algunos canales salen de un día para otro y se cierran rápidamente, sin dar tiempo a que los productores presenten propuestas sólidas”, explica Barrera.

La productora también señala la falta de seguimiento en la utilización de los recursos y las prioridades de gasto del sector público. “Se destinan casi 4.000 millones de pesos para un concierto de unas horas, mientras que el mercado de coproducción, que sostenía a las mipymes durante un año, apenas recibía 6.000 millones”, critica.

En cuanto a la postura del gobierno, Barrera y otros productores han presentado derechos de petición exigiendo respuestas sobre la situación, pero aseguran haber recibido evasivas. “No queremos politizar nuestras solicitudes, pero sí queremos proteger los medios públicos. Cada gobierno entra a cambiarlo todo sin considerar lo que funciona”, expresa la productora.

La crisis también se refleja en la disminución de contenidos infantiles y documentales en la televisión pública, que según Barrera han sido sustituidos por noticieros y programas informativos. “Antes había franjas robustas para niños y documentales de calidad, pero eso ya no existe”, lamenta.

El futuro de la producción independiente en Colombia es incierto, y el sector espera respuestas del nuevo ministro de las TIC. Mientras tanto, las mipymes audiovisuales continúan en una lucha por su supervivencia, reclamando que el Estado cumpla con su deber de fomentar y proteger la diversidad y calidad en la televisión pública.

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