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Presupuesto para principiantes: consejos prácticos para que empiece a organizar sus finanzas

La organización de ingresos y gastos es necesaria para prevenir endeudamientos y llevar registros que muestren las tendencias de las finanzas personales.

Imagen de referencia de dinero colombiano. Getty Images

Imagen de referencia de dinero colombiano. Getty Images / Arturo Rosenow

De acuerdo con la Superintendencia Financiera de Colombia, la entidad que vigila las prácticas de los bancos y las entidades financieras del país, en 2023 36,1 millones de adultos poseían un producto financiero en cualquier modalidad.

Frente a ese total, unos 13,5 millones de adultos contaban con algún producto de crédito. Los productos más utilizados fueron las tarjetas de crédito y los créditos de consumo, seguidos por los microcréditos y los créditos de vivienda.

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Las tarjetas de crédito son una herramienta financiera fundamental en la economía actual, permiten a realizar compras, pagos y gestiones financieras de manera segura y, dependiendo de la gestión del usuario, eficiente.

Y los créditos, por su parte, pueden significar la entrada de una persona a las calificaciones de las centrales de riesgo, que paulatinamente podrían traer beneficios en compras de viviendas y teléfonos o en apoyos para emprendimientos.

Sin embargo, varios factores podrían derivar en el rechazo a un crédito. El Banco de la República, en su Reporte de la situación del crédito en Colombia de septiembre de 2024, enumeró algunos, como la capacidad de pago o el sobreendeudamiento.

El reporte se basó en una encuesta a 42 bancos, compañías de financiamiento y cooperativas financieras, además de otras entidades microcrediticias no vigiladas por la Superintendencia Financiera, como cooperativas o fundaciones.

Según el sondeo, apenas un 4,7% de los establecimientos tradicionales que otorgan préstamos analizan que el cliente cuente con un codeudor, lo que, de hecho, significó una disminución frente al 5,8% registrado en junio de este año.

Recomendaciones para organizar un presupuesto

La sección Better Money Habits, ‘Mejores Hábitos Financieros’, del Bank of America —una entidad financiera estadounidense con sede en Carolina del Norte— ofrece siete pasos para llegar de forma práctica a un presupuesto efectivo:

  1. Calcular el ingreso neto, que es la resta del ingreso bruto en un período de tiempo, como un salario mensual, menos los impuestos y otros gastos obligatorios.
  2. Hacer seguimiento a los gastos, es decir, entender a dónde va el dinero luego de recibirlo.
  3. Establecer metas realistas, dándole un objetivo claro a la destinación de la plata.
  4. Elaborar un plan de presupuesto, comprendiendo qué gastos hay que recortar, qué metas de ahorro se tienen, cuáles gastos son fijos y cuáles, variables.
  5. Seleccionar un método de presupuesto. Haciendo clic en ESTE ENLACE el Bank of America explica cuatro que podrían ser útiles.
  6. Ajustar gastos para no exceder el presupuesto y mantenerse dentro de sus márgenes.
  7. Revisar regularmente el presupuesto, tomando en consideración que puede variar según el tiempo, las circunstancias laborales u otros pormenores dependiendo de cada persona.

En Colombia, la caja de compensación familiar Confama explica cinco pasos con los que también se puede organizar un presupuesto. En ESTE ENLACE, de su página web, los indica.

Cinco errores al momento de construir un presupuesto

  • Subestimar los gastos reales, es decir, no incluir en un presupuesto la totalidad de los gastos, que no solo incluyen los variables, sino también los destinados a deudas si se acude a métodos como “bola de nieve” o “avalancha”.
  • Excederse en la rigidez de la planificación hasta el punto en que no se toma ningún margen o peso para destinar a gastos imprevistos.
  • No actualizar regularmente el presupuesto y disponer siempre las mismas cantidades a los mismos gastos, sin tomar en consideración inflación, eventuales retrasos en pagos, intereses por mora en deudas, entre otros aspectos.
  • Ignorar metas a largo plazo y posibilidades de ahorro.
  • No incluir ingresos adicionales ni restar gastos que aparecen súbitamente. Reconocer a qué áreas pueden dirigirse los ingresos de más en cierto período puede crear una sensación de impulso para lograr metas financieras.

Cinco apps que podrían funcionar al organizar un presupuesto

Para mantener un adecuado control de las finanzas personales, es necesario llevar registros de ingresos y gastos en forma de un presupuesto, que agrupa los activos y las expectativas de una persona en un tiempo determinado. Estas apps pueden ser útiles para la tarea:

  • Monefy, disponible tanto para iOS como para Android, que cuenta con una interfaz sencilla y un diseño intuitivo para apoyar la categorización de los movimientos financieros del usuario.
  • Wallet, de la fintech BudgetBakers, que además de registrar transacciones permite sincronizar la cuenta de la app con la cuenta bancaria de la que se aspiran a ilustrar los movimientos. Además, ofrece elaborar gráficos para enseñar el comportamiento de los gastos.
  • Spendee, que ayuda a proyectar escenarios futuros y planificar los gastos a cortos, medianos y largos plazos, además de categorizar los gastos del presente.
  • Money lover, una app que integra recordatorios y alertas que podrían prevenir la caída en gastos innecesarios o imprevistos mal manejados.
  • AdroMoney, una opción versátil en español con funciones que incluyen manejar múltiples cuentas, planificar en varias monedas, adaptarse a cada cliente y velar por un seguimiento minucioso de las finanzas personales.

¿Qué puede hacer si en el momento no puede pagar sus deudas?

En Colombia, formalmente existen cuatro posibles alternativas a la que una persona con deudas podría acudir para aliviar la carga que supone una deuda en un momento en que no se pueda cancelar, de acuerdo con el Código General del Proceso.

  • Negociación directa con los acreedores. Usualmente, los bancos y las entidades financieras cuentan con líneas de atención y con teléfonos desde los que marcan para notificar que una deuda se acerca a una fecha mínima de pago. Entre acreedores y deudores podrían llegar a un plan de pago que, aunque no perdone la deuda, permita cumplirla en algunos plazos.
  • Acudir a centros de conciliación autorizados por el Ministerio de Justicia, o a una notaría, y solicitar un trámite de negociación de deudas cuando alguien se encuentre “en cesación de pagos”, es decir, cuando hayan pasado más de noventa días con dos o más obligaciones —deudas— a favor de dos o más acreedores. El valor de las deudas debe representar mínimo el 50% de todo el pasivo.
  • La declaración de insolvencia, que puede tramitarse también en centros de conciliación o en notarías, luego de estar en cesación de pagos en 120 días y con más del 60% de acreedores. El trámite debe ser el mismo que para llegar a un acuerdo de pago, pero poniendo de presente que intenta declararse insolvente.
  • Ajustar el presupuesto saltándose las formalidades de trámites jurídicos, comprendiendo en cada caso de qué dinero puede prescindirse, qué plata puede cambiar de objetivo, cuánto dinero es extraordinario, entre otras circunstancias.

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