UBPD entregó a su familia el cuerpo de un joven reclutado por las Farc-EP hace 26 años
Tras más de dos décadas de búsqueda, una familia en Villeta, Cundinamarca, logró cerrar un doloroso capítulo con la entrega digna del cuerpo de su ser querido, quien había sido reclutado por las extintas Farc-EP cuando tenía apenas 17 años.
Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) / Foto: Colprensa
La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), en articulación con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entregó a su familia los restos de Sergio —nombre cambiado para proteger a la familia—, quien murió un año después de ser vinculado forzosamente a ese grupo armado.
El cuerpo fue recuperado por el equipo forense de la UBPD en una intervención realizada en La Palma, Cundinamarca, e identificado posteriormente por el Instituto Nacional de Medicina Legal. La diligencia incluyó ceremonia, inhumación y actos de memoria, como parte de un enfoque humanitario y restaurativo.
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El hermano de Sergio, quien convirtió su dolor en motor de búsqueda, fue clave en este proceso. Durante años recorrió instituciones en busca de información, hasta lograr dar con el paradero de su ser querido. Hoy, esa lucha ha sido reconocida: está acreditado como víctima en el Caso 07 de la JEP, que investiga el reclutamiento de niñas y niños en el conflicto armado.
Durante la entrega, el despacho relator de ese caso conoció que la familia siempre supo del fallecimiento de Sergio, pero el temor les impidió buscar respuestas por años. Fue ese miedo —persistente y silencioso— lo que mantuvo la verdad oculta durante más de 26 años.
En medio del acto de entrega, sus familiares recordaron a Sergio como un joven apasionado por la música, de risa contagiosa y carisma entrañable. Su “chispa especial”, dijeron, era capaz de llenar cualquier espacio.
Este caso se enmarca en la investigación que adelanta la JEP por el reclutamiento forzado de menores, en la cual seis exintegrantes del antiguo Secretariado de las Farc-EP fueron imputados en noviembre de 2024 como máximos responsables. La imputación también incluye crímenes cometidos en el contexto de la vida intrafilas, como malos tratos, tortura, homicidios y violencias sexuales y reproductivas.
La articulación entre la UBPD, la JEP y Medicina Legal permitió que esta familia pudiera finalmente reencontrarse con su ser querido y cerrar un ciclo de incertidumbre y dolor que se extendió por más de dos décadas.
