Esta es la denuncia del presunto primer soborno de Odebrecht en Colombia
La denuncia fue interpuesta hace dos años por parte de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República, pero, a la fecha, sigue en proceso de investigación.
La W conoció en exclusiva una denuncia que reposa en la Fiscalía General de la Nación, según la cual en 1994 se habría pagado el primer soborno de Odebrecht en Colombia, cuando se ganó la licitación para construir la hidroeléctrica Miel 1, en el departamento de Caldas.
Esta denuncia fue interpuesta hace dos años por parte de la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República, pero, a la fecha, sigue en proceso de investigación.
El denunciante asegura que trabajó, por esa época, en el departamento de energía de la multinacional suiza ABB, socia de Odebrecht, y que fue contactado por el ingeniero Jaime Fajardo Marín, funcionario de ISA, quien evaluaba las propuestas presentadas para el proyecto de esa Hidroeléctrica.
Cabe recordar que ISA era la empresa estatal encargada de estructurar la licitación, otorgar el concepto técnico favorable y calificar las propuestas.
Fajardo, funcionario de ISA, le habría pedido al denunciante que se reunieran en privado pues “tenía una inquietud sobre la calificación que tenía que emitir en las próximas 48 horas”. En este momento era de público conocimiento que General Electric, otra de las empresas oferentes, era la más opcionada para ganar dicha licitación.
Según el denunciante, la reunión se dio en el restaurante La Fragatta, en Bogotá, y allí participaron cuatro personas: Marco Contin, encargado de la elaboración de la propuesta por parte de ABB; Jaime Fajardo Marin, de ISA; el denunciante y otra persona, cuyo nombre es desconocido.
Asegura el denunciante que, en un momento de la noche, la mesa se dividió en dos partes, y que él cree que fue ahí cuando se definieron las condiciones económicas para que la propuesta de ABB y de Odebrecht, resultara seleccionada como la mejor en la adjudicación. Incluso, en esta denuncia, se calcula que los interesados habrían pagado hasta 30 millones de dólares para quedarse con el contrato, es decir, casi tres veces más de lo que se pagó por la Ruta del Sol 2.
Este proyecto, que costó 412 millones de dólares, consistió en la construcción y operación de esta infraestructura, la cual fue inaugurada en 2003, durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe. Sin embargo, las sospechas de corrupción rondaron al proyecto desde su adjudicación.En el proceso pujaron, además de Odebrecht, cinco consorcios: Ansaldo, Dragados, Conhuabi, Skansa y Gimiel, y todas presentaron quejas sobre la escogencia del Consorcio Miel como ganador.
De hecho, en su momento, a la brasileña se le acusó de tráfico de influencias, a lo cual el presidente de entonces, Marcelo Jardim, aseguró que los consorcios no saben perder licitaciones, refiriéndose a las denuncias hechas por Conhuabi, sobre presuntos errores de cálculo a la hora de escoger al ganador de la licitación.
Según la fuente, ABB se retiró de proyecto de la central eléctrica, después de su presunta participación en el fraude, antes de la firma del contrato.
Pero ahí no acabaron los problemas, la Secretaría de Presidencia también pidió investigar un laudo que meses después, falló a favor de Odebrecht y condenó a Isagen a pagar 125 mil millones de pesos de la época, por desacuerdos en la ejecución del contrato de construcción de la hidroeléctrica.
La W encontró que hay en total cuatro laudos arbitrales que le dieron la razón a la brasileña en tribunales de arbitramento, que fueron convocados también por conflictos en la financiación de proyectos que esa empresa ganó en los años 90, los cuales le permitieron recuperar cerca de 20 mil millones de pesos.
En otros países como Perú, Odebrecht habría ganado más de 40 pleitos vía arbitral y en Colombia, aunque esos fallos fueron impugnados ante el Consejo de Estado, se ratificaron a favor de la multinacional.