Después de la situación denunciada por el joven Pablo Matiz, W Radio recibió varias denuncias sobre María Alejandra Silva sobre presunto maltrato y discriminación a sus empleados, así como falta de pago a proveedores. Juan Fandiño es emprendedor y ha participado en varias ediciones de Buró. El Instituto Nacional Pedagógico pactó con Buró la construcción de un parqueadero como pago por el evento que se llevó a cabo en el predio en el año 2019. Fandiño fue el encargado de construir el parqueadero, pero por pandemia tuvo que detener la obra que estaba en un 95%. Por esta razón, Martha Soto, madre y socia de María Alejandra Silva, le advirtió que se había demorado más de lo previsto en la construcción del parqueadero y, por ende, no le pagaría el saldo pendiente. Por lo tanto, Fandiño anunció ante los micrófonos de W Radio que interpondrá una demanda para exigir el pago. Por otro lado, Daniella Moscarella, empresaria, influencer y dueña de una empresa de marketing digital, fue contratada por María Alejandra Silva para manejar las redes sociales de la feria. Le puede interesar: La justificación de Alejandra Silva para negar pedazo de pizza a operario en Buró Moscarella denunció que, durante la ejecución del contrato, las community managers asignadas fueron maltratadas por María Alejandra en distintas ocasiones. Así mismo, denunció que después de entregar los videos, la gerente se negó a pagarle ya que no estaba satisfecha con el producto final. Después de un año de exigir el pago, pudo mediar para recibir solamente parte de lo adeudado. Nicolas Nohra, expositor del evento, resaltó que dentro del contrato entre Buró y los emprendedores existe una cláusula de exclusividad donde se establece que "Buró no aceptará marcas que estén simultáneamente en otros eventos semejantes o que hayan participado 3 meses antes en otras ferias de diseño". Según Nohra, esta cláusula afecta negativamente a los emprendedores al limitar las oportunidades de trabajo. Finalmente, Mariana Baena, extrabajadora de la feria, explicó que tiene una condición en sus ojos que de ninguna manera la limitaba para ejercer su trabajo en el evento. Sin embargo, fue objeto de tratos denigrantes por parte de la gerente, así como de su madre, Martha Soto, y finalmente la despidieron del evento "por no hacer caso" al darle paso a unos visitantes de la tercera edad. La W contactó a María Alejandra Silva preguntándole si estaba disponible para manifestarse sobre las denuncias e incluso si quería asignar un vocero, pero no se obtuvo respuesta.