Roma derrotó 2-0 a Real Sociedad en la Europa League
El juego de vuelta para definir el clasificado a los cuartos de final se disputará el próximo 16 de marzo
En el choque de estilos que enfrentó por primera vez en la historia a Roma y Real Sociedad, 2-0 salió vencedor un José Mourinho que, partiendo de un sólido entramado defensivo, desactivó a una Real que lo intentó sin éxito y que cedió ante dos zarpazos de los locales.
Encarriló el Roma la eliminatoria con una demostración de lo que es este equipo. Un combinado que se siente cómodo sin balón, muy sólido en defensa y que en cuanto tiene la oportunidad busca a Dybala para generar todo el peligro. Todo ello, combinado con un dominio absoluto de las jugadas a balón parado que una vez más sirvieron a los ‘giallorossi’ para dejar encaminada la eliminatoria.
Empezó con muchas dudas e imprecisiones el partido, pero justo cuando la Real empezaba a carburar, a encontrarse entre líneas en el rombo que formaron Zubimendi, Merino, Illarramendi y Silva, el Roma dio el primer zarpazo y rubricó un gol marca de la casa. Una transición rápida en la que Dybala, por supuesto, llevó la batuta.
Recogió la ‘Joya’ en una banda el balón que Rico perdió en el perfil zurdo, con metros para avanzar. Contemporizó el argentino, esperó al momento perfecto para cederle el esférico dentro del área a Abraham, que con una finta de cadera se hizo hueco para sacar el centro que remató a placer El Shaarawy en el segundo palo, provocando el estallido del Coliseo particular del Roma.
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El gol dejó muy tocado a un conjunto español que a punto estuvo de encajar el segundo gol al minuto. Una imprecisión de Remiro en la salida de balón infartó a la afición visitante.
Funcionaba el plan de Mourinho, un partido que, tras el gol, desarrolló como quiso el conjunto ‘giallorosso’, ordenado, cediendo la posesión y siendo muy vertical con El Shaarawy por el perfil zurdo.
Seriedad absoluta de la ‘Loba’ en defensa frenando las internadas de Kubo y haciendo estéril la posesión de la Real, con Silva siendo el jugador más destacado de los visitantes. Un partido disputado, pero con la sensación de que el Roma lo tenía controlado, que si apretaba podía generar ocasiones.
La tuvo, de hecho, justo antes del descanso. Un nuevo error de Remiro volvió a congelar a la Real. Esta vez más claro, más grave. Abraham presionó y complicó el despeje al meta, que salió rebotado directo a la cabeza de Dybala, pero con tanta potencia que no pudo la ‘Joya’ dirigir el cabezazo a una puerta vacía.
Salió fuerte la Real en el segundo tiempo, dispuesta a recuperarse del varapalo del primer gol cuanto antes. Generó problemas en el entramado defensivo del Roma, aunque un disparo lejano de Rico, que obligó a Rui Patricio a estirarse al máximo, fue su mejor opción de empatar el partido en esos minutos de desconcierto local.
Se recompuso el conjunto de Mourinho y el guion volvió a repetirse. El Roma no concedía, era un bloque en defensa, con Matic y Cristando apagando fuegos en el centro del campo y con Smalling, Mancini y Kumbulla imponiéndose a la delantera.
Se notaba cómodo al Roma, sabedor de que iba gozar de alguna ocasión como la que Belotti estrelló contra una escuadra, en una nueva demostración de que este Roma tiene muy claro su plan y su estilo de juego.
Intentó Alguacil juntar piezas hábiles que pudieran desarbolar el entramado defensivo romano y dio entrada a Oyarzábal, Brais Méndez y Cho. Mejoró la Real, tuvo Merino una ocasión clarísima dentro del área pequeña, pero no fue suficiente.
De hecho, pagó cara la ocasión el conjunto vasco cuando a falta de tres minutos el Roma lo noqueó. Lo hizo con otra jugada marca de la casa. Dybala puso desde la esquina un balón perfecto para que Kumbulla entrara como un avión al segundo palo. Mourinho le ganó la primera partida de ajedrez a Alguacil.