A través de un comunicado, el <a href="https://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Paginas/aclaracion-sobre-el-reconocimiento-del-sombrero-de-carlos-pizarro.aspx" target="_blank"><b>Ministerio de Cultura</b></a> se pronunció acerca de la reciente <b>distinción otorgada al </b><a href="https://www.wradio.com.co/2024/06/18/sombrero-de-carlos-pizarro-es-reconocido-como-patrimonio-cultural-de-la-nacion/" target="_blank"><b>sombrero de Carlos Pizarro</b></a>, en un acto de conmemoración de la pieza que se llevó a cabo el pasado martes 18 de junio.Cabe recordar que, en este evento, el <b>presidente Gustavo Petro</b> expresó: “Nosotros usamos estos sombreros en las marchas, en la vida (...) él se puso uno de estos cuando firmó la paz con el Gobierno de Virgilio Barco (...) después se convirtió en un símbolo”.De este modo, a través de la<b> resolución 218 del 17 de junio</b>, el Ministerio de Cultura <b>reconoció el sombrero como patrimonio cultural de la nación</b> con el objetivo de contribuir a la construcción de paz en el país, por lo que informó que el sombrero será expuesto en una urna en el salón de espacios significativos de la Casa de Nariño.Sin embargo, según el actual documento, el Ministerio de Cultura aseguró que “es importante aclarar que dicho reconocimiento <b>no constituye una declaratoria de bien de interés cultural</b>”.“Una declaratoria de este tipo es un acto administrativo en el cual la autoridad competente determina que un <b>bien queda protegido por el Régimen Especial de Protección</b>, conforme a lo establecido en la Ley 1185 de 2008 y los decretos reglamentarios 1080 de 2015 y 2358 de 2019″, agregó el MinCultura.En este caso, agregó el Ministerio, el reconocimiento del <a href="https://www.wradio.com.co/2024/06/19/el-sombrero-de-carlos-pizarro-es-realmente-el-simbolo-de-la-paz-maria-del-mar-pizarro/" target="_blank"><b>sombrero de Carlos Pizarro</b></a> “se <b>basa en su valor simbólico</b> como representación de la paz y objeto de memoria, y <b>no en su inclusión en el mencionado régimen</b> de protección cultural”. Por ese motivo, sostuvo que “es importante <b>diferenciar entre ambas figuras </b>y comprender la naturaleza específica de cada una”.“El reconocimiento de un bien como patrimonio cultural indica que este tiene un <b>especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico</b> en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico, por tanto aplica la política estatal en lo referente al patrimonio cultural de la Nación, que tiene como objetivos principales la <b>salvaguardia, protección, recuperación, conservación, sostenibilidad y divulgación</b> del mismo, con el propósito de que sirva de testimonio de la identidad cultural nacional, tanto en el presente como en el futuro”, agregó.La semana pasada, el presidente Gustavo Petro recibió el <b>sombrero de Carlos Pizarro </b>en Estocolmo durante su visita oficial a ese país de manos de los ‘Oficiales de Bolívar’, un grupo de exiliados del M-19 que la tenían guardada en una caja fuerte.Este sombrero fue el que utilizó Pizarro durante la <b>firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y el M-19</b>, hecho ocurrido el 8 de marzo de 1990 en el departamento del Cauca.La <b>pieza tiene 35,5 centímetros de largo</b>, 30 centímetros de ancho y 8,5 centímetros de alto, y fue tejida en fibras naturales y sintéticas con soporte interno. Cuenta con tafilete en cuero café y es de olor beige con una cinta exterior negra.Pizarro había tomado un avión de Avianca con destino a Barranquilla donde el 26 de abril de 1990 haría campaña como candidato presidencial, pero poco después del despegue el <b>sicario se levantó de su silla y le disparó varias veces en la cabeza</b>, tal como él había advertido horas antes a sus más allegados que sucedería.De buena oratoria y con sólida formación intelectual, <b>Pizarro fue el cuarto comandante del M-19</b>, puesto al que ascendió en 1986 tras la muerte del fundador Jaime Bateman Cayón (1984) y de quienes lo siguieron, Iván Marino Ospina (1985) y Álvaro Fayad (1986).