Gobierno Milei eligió a Gerardo Werthein como canciller de Argentina
Werthein fue elegido tras el retiro de Diana Mondino como ministra de Exteriores.
Gerardo Werthein. I Foto: Buda Mendes/Getty Images. / Buda Mendes
El Gobierno de Argentina oficializó este viernes 1 de noviembre la designación de Gerardo Werthein, actual embajador ante Estados Unidos, como nuevo ministro de Exteriores, en sustitución de Diana Mondino.
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Mediante un decreto firmado por el presidente argentino, Javier Milei, y publicado este viernes en el Boletín Oficial, Werthein fue designado para ocupar el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Werthein, veterinario de profesión y destacado empresario, presidente del Comité Olímpico Argentino entre 2009 y 2021 y exmiembro del Comité Olímpico Internacional, es un hombre cercano a Milei y desde abril pasado se desempeñaba como embajador en los Estados Unidos.
En otro decreto también publicado este viernes, Milei aceptó la renuncia de Mondino.
La salida de Mondino del Ministerio de Exteriores se dio el miércoles pasado, tras una ola de rumores en el sentido de que era inminente por el voto de Argentina ese mismo día en la Asamblea General de la ONU.
Allí el país suramericano se sumó a otros 186 Estados para configurar una mayoría aplastante que determinó la aprobación de una resolución sin efectos vinculantes contra las sanciones de Estados a Unidos a Cuba, que se prolongan ya 62 años y han supuesto un duro golpe a la economía de la isla.
Estados Unidos e Israel fueron los únicos dos países que rechazaron la resolución de la ONU.
Milei ha señalado a Estados Unidos e Israel como los aliados de su Gobierno en materia de política internacional y ha expresado en reiteradas ocasiones su enfático rechazo a gobiernos de izquierda.
Tras decidir la salida de Mondino, el Gobierno emitió el miércoles un comunicado en el que reitera que Argentina “se opone categóricamente a la dictadura cubana”.
El Gobierno de Milei advirtió además que “iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”, lo que ha generado fuerte malestar en el cuerpo diplomático argentino.
