Gobierno de Países Bajos, en crisis por renuncia de sec. de Estado que denunció racismo
La oposición exige aclaraciones al primer ministro, Dick Schoof, sobre la salida de la secretaría Nora Achahbar, informa la radiotelevisión pública NOS.
La secretaria de Estado de Prestaciones y Aduanas de Países Bajos, Nora Achahbar, de origen marroquí, presentó este viernes 15 de noviembre su dimisión debido supuestamente a comentarios racistas realizados por miembros del Ejecutivo neerlandés durante la gestión de la violencia contra hinchás de fútbol israelíes en Amsterdam la pasada semana, que se catalogó como antisemitismo.
Esta dimisión ha abierto una crisis en la coalición de Gobierno y la oposición exige aclaraciones al primer ministro, Dick Schoof, sobre la salida de Achahbar, informa la radiotelevisión pública NOS.
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Achahbar, del partido centrista Nuevo Contrato Social (NSC), aún no ha dado explicaciones sobre los motivos por los que quiere salir del Gobierno y los partidos de la oposición desconocen qué se dijo exactamente el lunes en esa reunión.
El líder del partido progresista (D66) y uno de los socios del Gobierno holandés, Rob Jetten, ha asegurado que el gabinete está “sumido en el caos” y que es “loable” que Achahbar se mantenga “firme” en su decisión de dimitir, según NOS.
Las explicaciones exigidas se refieren, precisa el mismo medio, a las supuestas “declaraciones racistas” que habrían hecho miembros del Gobierno durante el consejo de ministros del pasado lunes, en el que tuvo lugar un “acalorado debate sobre la violencia en Amsterdam” contra los hinchás israelíes.
Los cuatro partidos gobernantes y el primer ministro culparon a los inmigrantes, en concreto a los árabes y musulmanes, de agredir a los hinchas del equipo israelí Maccabi Tel Aviv tras un partido de la Europa League contra el equipo holandés Ajax el pasado jueves.
El gobierno de los Países Bajos está compuesto desde julio pasado por el ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), el centroderechista Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD), el populista Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) y el NSC.
Pero la coalición podría sucumbir a las tensiones internas de los últimos días sobre cómo responder a los enfrentamientos de Ámsterdam, según la prensa local.
Aunque PVV, VVD y BBB han respaldado un plan para despojar a los autores de la violencia antiisraelí de su ciudadanía neerlandesa, el NSC, más moderado, no se ha pronunciado sobre esa medida.
El líder de extrema derecha del PVV Geert Wilders, que ganó en las elecciones de noviembre pasado pero que no forma parte del gobierno, criticó duramente al gabinete en redes sociales y exigió medidas más duras contra el antisemitismo, con ataques al primer ministro y al titular de Justicia por lo que consideró una respuesta tibia.
Otros ministros del partido NSC, entre ellos la responsable de Interior, Judith Uitermark, estarían considerando también la posibilidad de dimitir, según NOS.
Los líderes del PVV, VVD, NSC y BBB se desplazaron esta noche a la residencia del primer ministro para celebrar una reunión.
La Policía neerlandesa, que llevó a cabo 62 detenciones la noche de los incidentes en Amsterdam, calcula que unos 2.600 hinchas israelíes acudieron a la ciudad para ver el partido.
No obstante, el miércoles y el mismo jueves del encuentro, según la policía, los seguidores de Maccabi “arrancaron una bandera de una fachada en la calle Rokin y destrozaron un taxi. En la plaza Dam, quemaron una bandera palestina”, lo que se vio como una provocación a los manifestantes propalestinos que se habían opuesto a la celebración del partido con un equipo israelí como invitado.
Los hinchas israelíes también recorrieron las calles gritando cánticos como “muerte a los árabes”, “que gane el IDF (Ejército israelí), que se jodan los árabes” o “ya no hay escuelas en Gaza porque no quedan niños”, según numerosos vídeos que circulan en redes sociales.