Los talibanes condenaron la propuesta de Trump de expulsar a los palestinos de la franja de Gaza
“Gaza es una parte integral del territorio palestino, y nadie más tiene la autoridad para determinar el destino de su pueblo” afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de los talibanes
El Gobierno de facto de los talibanes en Afganistán condenó este miércoles 5 de febrero las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que sugirió el desplazamiento a la fuerza de los palestinos de Gaza, calificándolas de una “flagrante violación del derecho internacional”.
“Gaza es una parte integral del territorio palestino, y nadie más tiene la autoridad para determinar el destino de su pueblo”, afirmó en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de los talibanes, que enfatizó que cualquier reubicación forzosa de palestinos sería ilegal e inaceptable.
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El Gobierno de los fundamentalistas criticó que la propuesta de Trump forma parte de una agenda geopolítica más amplia, afirmando que “no solo reflejan los motivos siniestros del régimen sionista, sino que también provocan un resentimiento generalizado entre los musulmanes y aumentan la inestabilidad regional”.
En este sentido, los talibanes lamentaron que, de producirse la expulsión forzosa de los gazatíes, se trataría de una “flagrante violación del derecho internacional”.
Por lo que llamaron a la comunidad internacional a adoptar medidas decisivas para evitarlo.
Trump propuso ayer en una rueda de prensa en Washington junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “tomar el control” de la Franja de Gaza y reconstruirla, convirtiéndola en la nueva “Riviera de Oriente Medio”, tras reasentar permanentemente a los palestinos en otros países.
Además, el presidente estadounidense afirmó que los gazatíes “estarían encantados” de irse si se les diera la oportunidad de hacerlo en un lugar “bonito con bonitas fronteras”.
La salida de las tropas estadounidenses de Kabul, que dio vía libre al ascenso de los talibanes al poder en agosto de 2021, fue pactada bajo la administración de Trump, aunque se produjo durante el periplo de Joe Biden en la Casa Blanca.