Inflamación oculta, ¿por qué se genera y cómo tratarla?

El doctor Arturo O’Byrne, especialista en la medicina biorreguladora, habló en los micrófonos de Salud y Algo Más sobre la inflamación oculta, sus causas y el tratamiento adecuado para tratarla.

Según explicó para iniciar, “la inflamación es la respuesta del cuerpo para sanar algo. Si tú te das un martillazo en el dedo o te entra un virus, tú haces una inflamación con fiebre, dolor y con síntomas, que es lo que llamamos la inflamación oculta, pero resulta que si tienes contaminación ambiental o tienes una alimentación incorrecta esto te puede llevar a una inflamación de bajo grado, que no genera ninguna manifestación clínica, pero es una inflamación silenciosa, persistente que poco a poco daña y deteriora los tejidos del cuerpo”.

Asimismo, señaló que para determinar si una persona tiene una inflamación oculta se debe hacer una serie de exámenes que indiquen que hay una inflamación constante, “el problema es que fundamentalmente el estilo de vida de la gente en el mundo moderno es lo que está produciendo esta situación inflamatoria de bajo grado, que es la que está detrás de las cardiopatías, el cáncer, las enfermedades endocrinas, autoinmunes, todas las enfermedades inflamatorias crónicas, en el mundo actual, en el fondo, son enfermedades inflamatorias silenciosas”.

En esa línea, destacó la importancia de una buena alimentación y la implementación de una rutina de ejercicio para prevenir la inflamación.

“El alimento más inflamatorio es el azúcar, sobre todo la cantidad absurda que se consume (…) tomar jugos es un error porque es la forma más fácil de consumir azúcar, pero también cuando se les pone azúcar a los alimentos”, dijo.

En cuanto al ejercicio, mencionó que “lo mínimo que uno necesita es caminar, los seres humanos no estamos diseñados para estar sentados y nos hemos vuelto sedentarios. No hay necesidad de ir al gimnasio, se necesita un ejercicio moderado, pero todos los días, caminar, hacer bandas, eso ayuda a disminuir las moléculas de la inflamación.”

Detallando que “el estrés es tremendamente inflamatorio, si no estoy atento a cómo vivo, cómo me siento, a lo que como, termino inflamado silenciosamente y eso puede llevar al camino de la diabetes, el cáncer, el Alzheimer”.

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